Como si fuera un viaje en el DeLorean de Volver al Futuro, la línea de tiempo nos lleva nuevamente a 1982. Hace poco más de 35 años, Independiente Rivadavia protagonizaba un par de hitos imborrables para la historia del fútbol mendocino.
El 23 de marzo derrotaba a River 2 a 1 en el Monumental de Núñez y se convertía en el primer equipo del Interior en triunfar en la casa del ‘Millonario’.
"Y River quedó Azul", fue el título que utilizó Los Andes para destacar la crónica. Luego de los miedos iniciales, Independiente hizo pie en el mediocampo y se adueñó de la pelota con la calidad del puntano Quiroga como estandarte, bien acompañado por Rodríguez, Pedernera y Olmos.
El cero a cero de la primera etapa no era lógico. La Lepra había hecho sobrados méritos como para ponerse en ventaja. El Azul salió con todo en el complemento y a los tres minutos Molina anticipó en la mitad de la cancha, cedió a Rodríguez, este superó a Saporiti y envió el centro para Ereros, quien apareció por detrás de García para meter un frentazo inatajable. Golazo.
Acto seguido, Mazza asistió a Rodríguez en la mitad de la cancha con River adelantado, enfrentó a Ferrero y definió al rincón. 2-0 y a otra cosa.
“Los bancos de suplentes de la cancha de River eran de cemento y, para colmo, en forma de ‘u’. Claro, en el festejo de los dos goles salí disparado para arriba y me rompí la cabeza”, recuerda Hardan Curi, el legendario entrenador de la Lepra de aquellos tiempos.
Tres minutos después del descuento de Commisso, Roberto “Taca” Chavero vio la roja y dejó a la Lepra con diez. “La jugada de la expulsión fue muy p... Una pelota perdida que se iba y la pateé lejos para hacer tiempo. Ni amarilla tenía y el árbitro me echó por Mostaza Merlo, que habló todo el partido”, recuerda el ex marcador de punta leproso.
En Mendoza volvieron a medirse en el estadio Malvinas Argentinas. Ese domingo de mayo, el gobernador Bonifacio Cejuela organizó una ceremonia en la cual se cambió el nombre del estadio: el Mundialista pasó a ser el Malvinas Argentinas, justamente en ese mismo año de la guerra con los ingleses. Otra vez fue Independiente Rivadavia quien festejó.
Esa vez fue con un rotundo 4-2. Con ese triunfo, un equipo mendocino avanzó por primera vez en su historia a los cuartos de final del Nacional, donde cayó ante el Ferro de Griguol campeón invicto de ese certamen. Fue derrota (0-1) aquí y empate (0-0) en Caballito.
¡Imborrable, Lepra!
