El último triunfo de la Lepra, ante Central Córdoba, no será recordado por Germán Gordillo sólo por la victoria, sino que lo más importante para el atacante es que después de superar una dura lesión, que le llevó seis meses de recuperación, jugó cinco minutos de un partido oficial desde que volvió al club de sus amores.
“La verdad que me sentí muy bien. Contento después de tanto tiempo porque si bien jugué poco, lo estaba esperado” dijo Gordillo ayer en el día libre del plantel.
Allá por enero de este año, en plena pretemporada, Germán Gordillo llegaba a la Lepra como uno de los refuerzos y en aquel momento el técnico era Daniel Garnero que si bien mucho no lo conocía, no tardó en descubrir su potencial.
Sin embargo antes del inicio, el delantero sufrió la ruptura del tendón de Aquiles. Seis meses más tarde volvió a hacer lo que más le gusta, jugar al fútbol: “no me molestó para nada. Es una lesión muy complicada que lleva mucho tiempo de recuperación, pero ayer -por el lunes- me sentí muy bien y no me molestó para nada”.
El jugador leproso vuelve a la actividad en un gran momento del equipo: “la verdad que el equipo está muy bien. Hay un gran grupo que es lo principal y por eso se dan los resultados. Hay mucho compromiso y eso también tiene mucho que ver”. Y agregó: “nosotros nos hemos puesto de acá hasta que termine el torneo son todas finales. Lo tenemos claro y por eso desde mañana -por hoy- nos metemos en el otro partido. Y pensamos, claro, sin dudas en poder meternos en el reducido”.
Finalmente expresó: “fue un momento muy difícil después de la operación. Gracias a toda mi familia pude superar esa etapa”.