Un joven estudiante de 19 años que viajó este año ilegalmente a Siria presuntamente para entrenarse con el Estado Islámico (EI), fue identificado por exámenes de ADN como el responsable de la muerte de 32 personas anteayer en un atentado en el que se hizo estallar.
El joven fue identificado por los medios turcos como Seyh Abdurrahman Alagoz, un estudiante de la provincial de Adiyaman.
Él habría sido el responsable de hacer explotar una bomba que mató a 32 militantes kurdos en un centro cultural en Suruc, cerca de Kobane, en Siria, feudo de los kurdos que luchan contra el EI.
“Era un miembro activo en un grupo relacionado con Siria que apoya a Estado Islámico. Sabemos que fue a Siria ilegalmente”, dijo un oficial turco, bajo condición de anonimato.
La madre del joven, Semüre Alagöz, dijo al diario local Radikal que su hijo había viajado "al exterior" seis meses atrás y había vuelto hacía diez días.
La mujer agregó que el hermano menor de Alagöz, Yunus, lo siguió poco después. "No nos dijeron dónde fueron o qué tipo de trabajo habían encontrado. Sólo me dijeron "No te preocupes por nosotros, estamos bien"", dijo la madre.
“No sé si se unieron al Estado Islámico. Son buenos chicos, no lastimarían a nadie”, señaló.
Según Radikal, Alagöz trabajó en una cafetería en Adiyaman -una localidad muy conservadora-, muy frecuentada por simpatizantes del Estado Islámico.
La policía había hallado el documento de Alagöz sobre un cadáver irreconocible tras la explosión. Inicialmente la sospecha recayó en una joven de 18 años, equívoco surgido porque el atacante usaba un velo casi integral.
Venganza
Mientras tanto, la guerrilla kurda del PKK reivindicó su responsabilidad en la muerte de dos policías hallados ayer sin vida en una casa que compartían en una ciudad fronteriza del sureste de Turquía.
“En respuesta a la masacre de Suruç, un equipo de “fedayines de Apo” (nombre que recibe el fundador encarcelado del PKK, Abdullah Öcalan) llevó a cabo hoy (por ayer) 22 de julio a las seis de la mañana, una operación de castigo contra dos policías que colaboraban con la banda del Estado Islámico”, señala la nota del grupo guerrillero.
En el escueto comunicado de reivindicación, la agencia Firat, habitual portavoz de esta organización, atribuye al “centro de prensa de las Fuerzas de Defensa del Pueblo, HPG”, denominación de la rama armada del PKK.
Los dos agentes, uno de ellos adscrito a la unidad antiterrorista y el otro a las fuerzas de intervención rápida, fueron encontrados ayer con sendos disparos en la cabeza en el piso que compartían en Ceylanpinar, localidad fronteriza con Siria en la provincia de Sanliurfa.
Responsabilidad del gobierno
Numerosos portavoces de la izquierda turca, entre ellos el Partido Democrático de los Pueblos (HDP, izquierdista y prokurdo), el cuarto partido en el Parlamento, han atribuido al Gobierno turco la responsabilidad del atentado suicida que dejó el lunes 32 muertos en la localidad de Suruç.
Esas acusaciones se fundan en lo que algunos consideran aparentemente escaso interés de la policía por desmantelar las redes jihadistas que operan dentro de Turquía y que cometieron el atentado contra un mitin electoral del HDP el pasado 5 de junio en Diyarbakir.