Ayer, Rusia perdió su apelación contra la prohibición impuesta a su equipo de atletismo para competir en los Juegos Olímpicos de Río, una decisión que podría sumar presión sobre el Comité Olímpico Internacional (COI) para excluir a toda la delegación esteparia de la cita olímpica.
El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) rechazó el recurso presentado por 68 atletas rusos que pidieron revocar el veto impuesto por la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF), tras acusaciones de que el Estado ruso patrocinó un programa de doping y ocultó las infracciones.
“El fallo de hoy (por ayer) ha igualado las condiciones para los atletas”, afirmó la IAAF en un parte. “El TAS premia la defensa del derecho de la IAAF para proteger el deporte, para proteger a los atletas limpios y apoyar la credibilidad e integridad de la competición”.
El momento el Comité
El fallo del TAS no necesariamente resuelve el asunto de manera definitiva. El tribunal subrayó que la decisión no es obligatoria para el COI, que tendrá la última palabra por ser el máximo organizador de las Olimpiadas.
“La puerta está abierta para que el COI decida, que determine incluso bajo un principio de caso por caso si estos atletas son elegibles o no”, explicó el secretario general del TAS, Mattieu Reeb, a los reporteros en Lausana, Suiza.
El fallo de ayer podría influir en la reunión de la junta directiva del COI, que el domingo decidirá si prohíbe o no que todas las delegaciones rusas (de todos los deportes, no solo atletismo) tomen parte en los Juegos de Río.
El tribunal del TAS ratificó la “validez” del veto de la IAAF, apuntando que un país cuya federación nacional está suspendida no puede optar a participar en competencias internacionales, incluyendo los Juegos Olímpicos.
El panel falló que el Comité Olímpico Ruso “no tiene derecho a nominar a atletas rusos para competir en los Juegos de Río considerando que no son aptos para competir según las reglas de la IAAF”.
Rusia alegó que se trata de una sanción colectiva, apuntando que castiga a otros que no han sido acusados de ninguna falta. Mientras que en un comentario a su decisión, el TAS señaló que no tiene jurisdicción sobre la decisión del COI para dejar competir a los atletas rusos, representando a su país o como “neutrales”.
La IAAF satisfecha
El presidente de la IAAF, Sebastian Coe, dijo que está “agradecido porque se hayan respaldado el código antidoping y nuestro poder para hacer cumplir las normas”.
“Éste no es un día para declaraciones triunfales. No llegué a este deporte para impedir que los atletas compitan. El deseo innato de nuestra federación es incluir, no excluir”, agregó el pope.
Desde Rusia con amargura
La bicampeona olímpica de salto con garrocha Yelena Isinbayeva describió la decisión del TAS como el “funeral” de su deporte. “Gracias a todos por el funeral del atletismo”, afirmó con ironía a la agencia estatal rusa Tass. “Es una decisión puramente política”.
Isinbayeva, que representó a los atletas rusos en la audiencia ante el TAS en Suiza, señaló que “no hay nada concreto” que respalde la decisión, y pidió a Bach que revoque la decisión.
El lanzador de martillo Sergei Litvinov, que fue quinto en el Mundial de Atletismo 2015 y estaba en el equipo para Río, dijo que está "muy triste" por perderse la cita olímpica pero espera que esto impulse reformas serias.
Litvinov apuntó que intentará "no perder la motivación para competir el próximo año".
Las estrellas que estarán ausentes
Yelena Isinbáyeva. El golpe es especialmente duro para la doble campeona olímpica (Atenas 2004 y Pekín 2008) y bronce en Londres (2012), que quería despedirse en su quinta olimpíada y con el oro.
A días de cumplir 34 años, la zarina del salto con garrocha recuperó el liderato en la disciplina tras un par de años de crisis al ganar el Mundial de Moscú (2013), luego de una pausa para ser mamá.
Isinbáyeva demostró en junio que se encuentra en plena forma tras saltar 4,90 metros, la mejor marca del año, en los campeonatos nacionales.
Serguéi Shubenkov. Otro de los grandes perjudicados por la prohibición es el campeón mundial de 110 metros con vallas y la gran esperanza no sólo para Rusia, sino para los europeos, en una disciplina dominada tradicionalmente por americanos.
Shubenkov, de 26 años y que sólo pudo ser décimo segundo en Londres, se encuentra en plenitud tras ganar los últimos dos campeonatos de Europa (2012 y 2014) y coronarse como el campeón mundial en Pekín (2015), tras ser tercero en Moscú (2013).
Su ausencia sería especialmente dolorosa para su familia, porque su madre, Natalia Shubenkova, especialista en heptatlón, no disputó los Juegos de Los Ángeles 84 por el boicot del bloque socialista.
Masha Kuchina. También ve truncados sus sueños la flamante campeona mundial en Pekín en el salto en alto, con una marca de 2,01 metros. Si bien no podrá estar en Río 2016, Kuchina tiene sólo 23 años y un futuro con nuevas oportunidades.
Iván Újov. Otro campeón olímpico ruso, oro en Londres 2012 con una gran marca de 2,38 metros en el salto en alto, que ponía fin a una carrera llena de altibajos.
A sus 30 años, saltó 2,42 metros bajo techo en 2014, parece lejos de su mejor forma, ya que se perdió el pasado Mundial pero es un atleta imprevisible.