Ayer Mendoza le puso un broche dorado a su participación en el atletismo de los XIX Juegos Binacionales Cristo Redentor. El equipo femenino, que cosechó dos nuevas medallas de oro, finalizó en el segundo lugar de la clasificación general, escoltando al casi imbatible elenco de Metropolitana. Mientras que los varones fueron terceros en la competición.
A primera hora, Magdalena Padilla en los 400 metros con vallas abrió la puerta al elenco provincial para una faena que se coronaría de la mejor forma. La atleta de Capital, de 17 años, impuso una marca de 1´04´´72 para alzarse con la medalla de plata.
“Antes de los Juegos mi principal objetivo era poder mejorar mis marcas, después ganar. Desde hace tres año práctico atletismo y me gustaría poder seguir avanzando. Representar a la provincia y al país en otros campeonatos”, sostuvo la medallista de velocidad.
Con la prueba masculina, Julián Peñaloza (con un registro de 55´´43) también lograba el segundo puesto, ubicándose -en un carrera de gran despliegue e intensidad- entremedio de los representantes de Metropolitana: Claudio Moreira (54´´87) y Pedro Iñiguez (57´´05). El tunuyanino, de 19 años, camino al podio destacó que había logrado un tiempo excelente; que había bajado su marca personal.
Pero esa alegría temprana, en el equipo Borravino, volvería a colorearse con sonrisas y felicitaciones por un nuevo podio. Brunella Gómez, con 26''06, conquistaba el bronce de los 200 metros. La pequeña velocista de Rivadavia, que ya se había colgado un oro en los días previos en los 400 metros, no imaginaba lo que le había deparado el día.
Las chicas se mostraban algo impacientes, y por el alto parlante la voz del estadio llamó por primera vez a los entrenadores para inscribir a sus cuartetas. Sobre el césped, en tanto, Sofía Ravinale le daba a Mendoza un nuevo oro.
La lanzadora de disco, con 39,38 metros, dejaba sin chances sus adversarias. La campeona en los Juegos de 2015 defendía su cetro y se entusiasma a pensar que esta muy cerca de la marca mínima exigida para clasificarse a un Campeonato Panamericano. Una de las grandes aspiraciones de la deportista nacida en Rivadavia.
La transición fue una carrera muy sufrida, el calor y la velocidad de la ganadora -Nicole Urra (18´22´´16)- que le robó una vuelta al pelotón, aportó todo los condimentos para que el público estallara en aplausos. Sosteniendo el paso, Demaris Cuello Allay (20´48´´03) accedía al bronce. La hija de la reconocida fondista, Carina Allay, había llegado hasta Talca pensando en el podio de esta prueba.
A máxima velocidad
Los entrenadores de Mendoza, Paola Abrego y Florentino Correas, le pusieron un punto final al misterio. La conformación de las dos cuartetas para los 400 metros estaba expresada sobre la pista.
Ante la velocidad de las santiaguinas, que en la previa eran las rivales a vencer; las chicas tenían guardada un "As" bajo la manga: el corazón. Fue una carrera táctica, posicionadas en el andarivel 5 escalaron en la partida desde el tercer puesto para sprintar y quedarse con toda la gloria.
El primer turno fue de Florencia Díaz, la "liebre" de 18 años alcanzó y empardó el paso de la campeona de los 200 metros. Tras el primer giro, la capitalina Magdalena Padilla apretó los dientes marcó la primera ventaja para entregarle el testigo a la sanrafaelina Valentina Sánchez (una de las figuras en esta edición) y buscar el sprint final de Brunella Gómez; quien en el último giro entregó las fuerzas que le quedaban defendiendo los cuatro segundos con los que ya contaban de ventaja.
Mendoza se hizo del podio con una marca de 3´55 ´´95, secundada por Metropolitana (3´59´´05) y O´Higgins (4´05´´36).
El cierre del día había sido perfecto, con cuatro carreras le ganaron la pulseada a Córdoba y subieron un puesto más en clasificador final. Las chicas de Abrego festejaron con hamburguesas su subcampeonato.
