Un estudio del Instituto de Seguros para la Seguridad en Carreteras en Estados Unidos (IIHS) analiza las consecuencias para los que viajan en el asiento de atrás cuando sufren un accidente de tránsito. Gracias a las campañas de prevención de accidentes se ha tomado notable conciencia sobre la importancia de usar cinturón por parte del piloto. Sin embargo, no ha sucedido lo mismo con los pasajeros que viajan en la parte posterior.
El informe publicado en abril indica que si bien la principal medida de seguridad para viajar atrás es llevar el cinturón de seguridad, las posibles lesiones a las que nos exponemos no lo hacen el sitio más seguro para viajar.
"Los cinturones pueden evitar que un pasajero trasero choque con el interior del vehículo, pero los cinturones son limitadores de fuerza que puede provocar lesiones en el pecho", señala el estudio reflejado en un artículo publicado en diario La Nación.
El principal problema es que las automotrices han mejorado la tecnología que protege tanto al piloto como copiloto, pero ha dejado de lado a los pasajeros. De hecho, desde el 2000 en adelante los cubículos delanteros cuentan con airback y mecanismos tensores de los cinturones de seguridad que limitan su fuerza cuando se produce una coalición.
Un análisis de las estadísticas de siniestros viales ocurridos entre 2004 y 2015, de la base de datos del Departamento de Transporte del país del norte, indica que las principales lesiones que sufren los pasajeros traseros son en el tórax. Incluso muchos quedaron más heridos que el piloto.
La preocupación va más allá cuando se tiene en cuenta que hay un incremento de pasajeros que viajan en la parte posterior del vehículo. "Hay aumento de los usuarios de Uber y otros servicios de taxi", aseguró Shaun Kildare, director de Investigación de Seguridad Vial en Estados Unidos.
No obstante, Kildare aclaró que no se trata de que sean peligrosos estos asientos, sino que han sido olvidados por parte de quienes fabrican automóviles y controlan la seguridad de los mismos. En este sentido, señaló que una buena medida sería que haya bolsas de aire atrás y que los cinturones de seguridad de sean inflables de manera de amortiguar posibles golpes. "Estamos seguros de que los fabricantes resolverán el enigma del asiento trasero, como lo hicieron con el delantero", completó.