A una semana del crimen del efectivo Ariel Tobares (39), se logró identificar a quien sería el sujeto que le dio muerte: Jesús Nicolás Gonzalo Rodríguez Aráoz, de 32 años.
Tanto la Justicia como la policía pidieron la publicación de su identidad con el fin de agilizar la búsqueda, que ya se extiende a nivel nacional. Se lo considera de alta peligrosidad dado que tendría en su poder el arma de la víctima.
Testigos del momento en que el policía fue asesinado lograron señalar a un sujeto (que ya estaba en la mira de los investigadores) como el autor material del crimen. El reconocimiento, según allegados a la causa, se hizo mediante fotografías que se pusieron a disposición de quienes presenciaron el asesinato; todos fueron contundentes a la hora de señalar a Rodríguez Aráoz.
Por pedido de la Justicia, la foto del prófugo no se publica debido a que podría frustrar futuras medidas, como por ejemplo ruedas de reconocimiento.
Tras la individualización, se ordenó la captura provincial y nacional del sospechoso, al que se lo considera peligroso ya que huyó con el arma reglamentaria de Tobares, que hasta ayer no había sido hallada. Además, aún se mantiene vigente la recompensa de 50 mil pesos que ofreció el Ministerio de Seguridad por datos acerca de los autores.
Desde el viernes, la causa cuenta con dos sujetos detenidos. La información oficial indica que se entregaron en la sede de la Unidad Fiscal Especial ya que sabían que eran buscados. De estos sujetos no ha trascendido la identidad, aunque permanecen detenidos y fueron imputados por el crimen.
Caso complicado
Al policía Ariel Tobares lo mataron el pasado 7 de diciembre en Las Heras, cinco días antes de cumplir 40 años. Era padre de tres niños y trabajaba en la Unidad Turística.
El efectivo iba de civil en un trole que transitaba por calle San Martín, entre Tres de Febrero e Independencia; hacía varios años que sacaba servicios extraordinarios para la EPTM y los choferes ya lo consideraban un “compañero”.
En una parada subieron dos hombres que se negaron a pagar el boleto y que amenazaron al conductor. Era cerca de la una de la mañana y en la unidad, además de los dos trabajadores, iban unas pocas mujeres.
Tobares intervino en la situación, tal era su labor. Fue entonces que las cosas se pusieron más complicadas hasta que en un momento uno de los sujetos -se cree que Rodríguez Aráoz-, se apoderó de la Bersa 9 milímetros del efectivo y, sin más, le dio un disparo en la cabeza que lo mató en el momento.
Luego, los atacantes se bajaron de la unidad y huyeron con rumbo desconocido. Si bien hasta hace poco se habló de dos involucrados, hoy se sospecha que participó un tercero, que permaneció abajo del trole y que es uno de los dos detenidos que tiene la causa.
A las pocas horas del crimen, fueron capturados dos jóvenes en el interior del barrio 26 de enero de Las Heras. Cayeron debido a que vestían ropas similares a las que llevaban los asesinos.
Pero como eran más los puntos a su favor que los que tenían en contra, fueron liberados tras tres días de haber estado en prisión. A pesar de eso, todavía siguen ligados a la causa.
La investigación es llevada adelante por el fiscal especial Juan Manuel Bancalari.
El asesinato de Tobares suscitó una serie de movilizaciones organizadas por sus seres queridos y allegados, para que la causa se esclarezca de forma rápida.
Más complicados
El fin de semana, la fiscal especial Claudia Ríos subrogó a su par Juan Bancalari y, debido al avance de la investigación, decidió cambiar la carátula del caso.
En un principio se lo había calificado como homicidio simple pero ahora la imputación viró a homicidio agravado por la calidad del sujeto pasivo (es decir, porque se trató de un policía en funciones), calificado por el uso de arma de fuego y amenazas agravadas (hacia el chofer) en concurso real y robo.
Esto no hace otra cosa más que condenar a perpetua a los acusados, si son encontrados culpables durante un juicio. Además se determinó que a Tobares le arrebataron el arma con la finalidad de dispararle.
La causa cuenta con cinco involucrados: uno es el prófugo, Jesús Nicolás Gonzalo Rodríguez Aráoz, los otros sospechosos son los que se entregaron y fueron detenidos e imputados el viernes pasado. En tanto, los dos restantes fueron los primeros aprehendidos poco después del crimen y que podrían ser sobreseídos.