La fiscal Claudia Ríos confirmó que José Patricio Molina Morales (39), el acusado del triple homicidio en Guaymallén, quien luego murió ahorcado, había sido denunciado por su ex pareja por episodios de violencia de género. Incluso, había incumplido una orden de restricción de acercamiento.
Se presume que Molina, quien tenía una doble vida y un frondoso prontuario, mató a golpes cerca de las 4 de la madrugada a su actual pareja Mayra Bueno (25); al hijo de ella, Lautaro Valentino Vega (7); y a Mónica Outeda (51), la abuela del nene y mamá de la joven.
Las cuatro personas convivían hace cuatro meses en la casa ubicada en la calle Barcelona al 100 del barrio Escorihuela, de Rodeo de la Cruz, donde hoy ocurrió el horroroso hecho.
La joven mamá tenía lesiones en el rostro, la abuela había sido ultimada a golpes en el rostro y en la cabeza, mientras que el nene tenía lesiones en la zona torácica. Luego de cometer el triple asesinato, el hombre intentó incendiar la casa para no dejar rastros, y después huyó del lugar.
El homicida utilizaba un seudónimo, José Giménez, con el que se dio a conocer a la familia de Mayra, ya que al parecer su intención era ocultar denuncias previas por violencia de género realizadas por una ex pareja, además de detenciones por cometer hurtos y daños que datan de 20 años.
Según los allegados, el hombre dedicaba sus horas a su vehículo Chevrolet Astra, al que usaba como remís.
Rosa, suegra del hermano de Mayra, aseguró que la familia veía a Molina como una persona "no muy cuerda". "Pero tampoco sabemos mucho porque cuando él se acercó ella se fue alejando de la familia", manifestó esta mañana luego de conocerse el triple asesinato.
Sin embargo, era distinta la percepción que tenían de Molina las compañeras de Mayra del jardín María Madre, donde trabajaba. “Él se mostraba como una persona amorosa, muchas veces la llevaba al jardín en su auto”, relató Alejandra, una de las compañeras que llegó al lugar del crimen apenas se enteró.
Molina tenía antecedentes de 1997 por daños, de 2010 por robo, de 2013 por desobediencia a la autoridad y de octubre de 2017 por hurto simple, según fuentes policiales.
La fiscal Claudia Ríos confirmó este mediodía en conferencia de prensa que el homicida tenía antecedentes de agresiones a una ex pareja, a quien también le intentó robar elementos personales. Además, luego la amenazó, incumpliendo así una restricción de acercamiento.
Fue el propio sospechoso quien se reunió hoy con su ex pareja minutos más tarde de matar a Mayra, a su mamá Mónica y al pequeño Lautaro. "Me mandé una cag…", le dijo, y le confesó el triple crimen, según lo detallado por la fiscal Ríos.
Pero el cruce entre ambos no quedó sólo en la confesión. Ambos siguieron comunicándose por celular y Molina le anticipó que iba a quitarse la vida a través de un mensaje de WhatsApp, lo que finalmente ocurrió.
Cerca del mediodía, Molina fue hallado con pocos signos vitales en la casa de su hermana, en la localidad de Colonia Bombal (Maipú). Había intentado ahorcarse y fue llevado de urgencia al hospital Central. Pese a las tareas de reanimación, el triple homicida falleció.
La Policía pudo dar con esa vivienda gracias al testimonio previo del hermano de Molina, a quien se le había pedido colaboración para dar con el paradero del asesino cuando, en horas de la mañana, pesaba sobre él un pedido de captura por matar a las tres personas en el barrio Escorihuela.