El próximo 21 de enero se cumplirá el primer año de la muerte de Emiliano Sala, el delantero argentino que viajaba en un avión privado desde Nantes (Francia) hacia Cardiff (Inglaterra) cuando la aeronave cayó en el Canal de la Mancha y sólo encontraron el cuerpo sin vida del futbolista tras varios días de búsqueda y el del piloto David Ibbotson todavía es un misterio.
El periodista Harry Harris sacó el libro en el que pone su foco en los culpables de la muerte del delantero argentino, en la actitud del Cardiff, en cómo afectó al entrenador del equipo inglés de ese momento Neil Warnock y el misterioso cambio de piloto.
Según revela "The Sun" en un adelanto del libro, Harris hace mención en uno de sus apartados a que "Cardiff City ha contratado al principal abogado Eric Dupond-Moretti para explorar litigios criminales y civiles por homicidio contra Nantes, el club que vendió al delantero. Se espera una decisión este mes sobre si la acción sin precedentes puede seguir adelante. Una fuente cercana al caso dice que será como 'arrojar una granada a la mezcla', si es así".
También se explaya sobre el cambio del piloto del Piper Malibú: "Informes en Francia sugieren que David Henderson, piloto experimentado de York que originalmente iba a tomar los controles del vuelo condenado, se acercó a su amigo David Ibbotson y le preguntó: '¿Quieres un fin de semana en Nantes?'. Acto seguido, le pagó a Ibbotson para que se quedara en un hotel en Francia y por pilotar el vuelo".
El libro también habla sobre la actitud que tomó el Cardiff con Neil Warnock, entonces entrenador del equipo que dio su autorización para la operación. Warnock fue uno de los más afectados por la muerte de Emiliano. "Es imposible dormir, no puedo manejar la situación", comentó cuando se confirmó la desaparición de Sala. El técnico viajó al entierro de Sala a Progreso: "Era un muchacho encantador. Viví mi peor semana en el fútbol".
"Nunca fue el mismo desde el incidente de Sala. Recuerdo que inmediatamente después que teníamos que jugar contra Southampton y había preparado un discurso en mi mente para que Neil supiera cuánto lo estábamos apoyando. Quería decirle que estaría bien, pero tan pronto como vi su rostro supe que era mejor no decir nada, o podría empujarlo demasiado y llevarlo al límite. Estaba claramente afectado", menciona en el libro el presidente del club gales, Mehmet Dalman.