Ya no es una novedad. En Rivadavia se respira básquetbol. En cada esquina, en cada café o bar, en cada rincón del departamento. Una ciudad habitada por sesenta mil hinchas, todos obsesionados por un objetivo en común: el ascenso al TNA.
La “capital del básquetbol” mendocino volvió a decir presente, con familiares e hinchas, además de la prensa, los cuales se acercaron en la noche del domingo a las inmediaciones del Paseo del Lago, donde además de organizarse la Feria Agro Industrial (FAI), fue la noche de gala para el conjunto rivadaviense.
La presentación comenzó de manera emotiva. En pantalla gigante se observó un video con parte de los logros obtenidos por la institución del Este. En él, se pudo registrar la mirada que se tiene del club en la provincia y en el país, pasando por su etapa dorada en la década del 80 y finalizando con los innumerables títulos locales de estos últimos cinco años. A más de uno se le cayó una lagrimón.
Al mejor estilo NBA, los jugadores fueron subiendo uno por uno al escenario principal, llevándose la ovación generalizada de todos los presentes. Luego fue el turno del cuerpo técnico, comandado por Fernando Minelli, el entrenador más exitoso de la historia de Rivadavia, el cual ha conseguido diez títulos en dicho cargo.
Los Naranjas, para este año, cuentan con los refuerzos de Mirco Barreiro, cordobés que viene de jugar TNA en la alianza GEPU - Española y de Maximiliano Torino, salteño de mucha experiencia y jerarquía en la categoría.
A esto se le suma las renovaciones de Federico Grenni, Facundo Alberici y, por supuesto, de Abel Trejo, el mejor pivot de Mendoza que tuvo grandes ofrecimientos económicos y decidió continuar en el club de sus amores. Chiquito se crió en Rivadavia y quiere continuar en el club que lo formó como deportista y persona.
Con el incondicional apoyo municipal de siempre, en el departamento hay mucha confianza y optimismo para dar el salto de calidad. Un ascenso que se le negó en la temporada anterior, siendo eliminado en cuartos de final frente a Estudiantes de La Plata.
Lo saben todos, dirigentes, jugadores e hinchas. Rivadavia tiene material suficiente como para pelearle de igual a igual a cualquier equipo.
El sueño está en marcha.