El Arzobispado exigirá antecedentes penales a cada cura que llegue a Mendoza

El Arzobispado de Mendoza anticipó esta tarde que luego del escándalo por los abusos sexuales cometidos por curas y personal del Instituto Antonio Próvolo en Luján, desde ahora exigirán que cada sacerdote que ingrese a una orden en la provincia presente una declaración jurada. Exigirán que no posea antecedentes penales ni de adicciones.

La Iglesia mendocina ofreció una conferencia de prensa en la parroquia Sagrada Familia, ubicada en Villa Nueva, Guaymallén. Allí el arzobispo Carlos María Franzini leyó un escueto comunicado en el que dejó en claro la postura de la institución.

El sacerdote repudió los abusos cometidos en el instituto para niños sordos e hipoacúsicos y aseguró que nunca se había recibido ninguna denuncia contra los dos curas imputados y que no tenían conocimiento de antecedentes. “No hemos sido notificados de antecedes penales de los sacerdotes imputados. Tampoco hemos recibido denuncias o comentarios sobre irregularidades que hubieran sucedido en dicho Instituto; de haber ocurrido hubiéramos actuado inmediatamente”, se excusó la Iglesia.

Franzini adelantó que desde ahora se aplicará un sistema mediante el cual las autoridades eclesiásticas obtendrán una declaración jurada cuando se reciba a un sacerdote en cualquier orden instalada en la provincia. Allí se exigirá que los presbíteros no tengan antecedentes penales ni problemas de adicciones.

Junto a miembros del Consejo Presbiteral de la Arquidiócesis, el arzobispo aseguró que la Iglesia cooperará con la Justicia “para buscar la verdad, la justicia y la paz”, mientras rechazó “cualquier acción de abuso por considerarlo un grave delito humano, contrario a la fe y más aún cuando el abusador sea clérigo”.

“Queremos expresarles nuestro más profundo dolor, indignación y vergüenza por lo sucedido. Y manifestamos nuestra cercanía y apoyo a quienes han sido damnificados y sus familiares”, comunicó la Iglesia en un escrito.

Franzini ratificó que se ha dispuesto que se suspenda todo tipo de actividad pastoral en el predio del Instituto Próvolo. Aseguró que el Vaticano y las autoridades de la Congregación del Instituto Próvolo, que residen en Verona, Italia, ya están en conocimiento de los aberrantes hechos e iniciarán un proceso canónico.

Además, anunciaron que se ha constituido una “Comisión de seguimiento y acompañamiento pastoral”. Se trata de un grupo “interdisciplinar para afrontar los aspectos pastorales, educativos, psicológicos, jurídicos y comunicacionales” de las víctimas.