"Penal bien pateado es gol", frase que pertenece al ex árbitro Nai Foino, quien en 1962, se convirtió en héroe para toda la parcialidad Xeneize y villano para toda la gente de River Plate.
¿Qué pasó?
Se definía el campeonato de 1962. Penúltima fecha. River puntero y Boca un punto abajo. Jugaban en la Bombonera. El dueño de casa ganaba 1-0 con un gol desde los 12 pasos de Paulo Valentím. Faltaban cuatro minutos para el final, falta en el área de Boca y penal para River. Gol y empate. Sin embargo, cuando el brasilero Delem ejecutó, Roma, arquero bostero, dio un paso gigante hacia adelante y tapó el disparo sobre palo derecho. Locura total. Triunfo de Boca y un paso gigante hacia el título. De inmediato, los jugadores de River fueron en busca del hombre de negro. Pero, Foino, fue contundente ante las protestas desmesuradas: "Penal bien pateado es gol". Pitazo final y alegría por un rincón, bronca y tristeza por el otro.
A partir de ese momento, la frase que luego se convirtió en célebre del árbitro Nai Foino, es tema de debate permanente. Único e interminable.
¿Cómo se patean los penales?
Muchos, aseguran que hay que cerrar los ojos y reventar al arquero. Al mejor estilo Passarella por ejemplo. Sin ir muy lejos, como lo ejecutó Ezequiel Garay en el Mundial del 2014 o Copa América 2015. Sin embargo, otros aseguran que patear un tiro desde los 12 pasos es un arte. Mirar al arquero y acariciar el balón al palo contrario. Si entra, golazo y aplausos. Si falla, ¿por qué no lo reventó? Consejos hay miles: concentración, firmeza, decisión, personalidad, etc. Si sos izquierdo, la tenés que cruzar, si sos derecho, fuerte a tu palo. Innumerables, El "manual de los penales", arrancó a escribirse en 1962 y todos lso días, escribe un capítulo nuevo.
Los Andes te invita en plena cuarentena a disfrutar algunos penales "picados" que te robaron una sonrisa:
Penales ejecutados por la Gata Fernández, un especialista en "pincharla":
También tenés, los penales ejecutados por Juan Román Riquelme en Boca, la Selección y Argentinos Juniors:
Sin embargo, también están aquellos que arriesgaron y fallaron. Penales mal picados o atajados por el portero:
Sin dudas, patear un penal es un arte. Algunos fallan, otros convierten. Lo único claro, que la receta perfecta no existe.