El técnico del Barcelona, Luis Enrique, fue elegido este lunes como Mejor Entrenador Mundial de 2015, año en el que el club azulgrana ganó cinco de los seis títulos que disputó, en el marco de la gala del Balón de Oro que se celebra en Zúrich.
Luis Enrique, que competía para el premio con Pep Guardiola (Bayern Múnich) y con el seleccionador chileno Jorge Sampaoli, no acudió a recoger el premio "por sus compromisos profesionales", según dijo el director deportivo del Barcelona Robert Fernández al recibir el galardón.
Este premio pone la guinda a un gran año con el Barcelona, en su primera temporada como técnico del club.
Pese a unos comienzos duros, hace exactamente un año parecía más fuera que dentro del Barcelona, el entrenador asturiano, de 45 años, no pudo tener un mejor debut en el banquillo catalán, ganando la Liga española, la Copa del Rey, la Liga de Campeones europea (el segundo triplete de la historia centenaria del equipo azulgrana), además de la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes, ante River Plate hace menos de un mes en Japón.
Solo se resistió la Supercopa de España, perdida en agosto ante el Athletic Club de Bilbao.
Y lo que es más importante, supo devolver al Barcelona al camino que había trazado Pep Guardiola, con la gloriosa época entre 2008 y 2012, la más exitosa del club, y que perdió con la marcha del ahora técnico del Bayern Múnich.
Cuando Luis Enrique accedió al cargo, en junio de 2014, el Barcelona había cerrado una temporada en blanco con el actual seleccionador argentino Gerardo 'Tata' Martino.