El Athletic Bilbao, que pagó caros sus errores defensivos, perdió este jueves 3-1 ante el Olympique de Marsella en el duelo de ida de octavos de final de la Europa League, y deberá realizar una gesta en San Mamés en siete días si quiere ver su nombre en el bombo de cuartos de final.
No habían transcurrido 50 segundos desde el pitido inicial cuando el argentino Lucas Ocampos aprovechó un desajuste defensivo para superar con un toque sutil la salida de Herrerín.
Más flagrante fue el error en el segundo gol. El central Xabi Etxeita despejó desde la línea de fondo al corazón del área. El balón le llegó al internacional galo Dimitri Payet, que no perdonó y fusiló de volea al arquero vasco (14) previo control con el pecho.
Ya en la segunda mitad, Herrerín se mostró blando para detener un remate sin excesiva potencia de Ocampos, que entró mansamente en la portería pese a que tocó en las manoplas de meta (58), habitual suplente de Kepa en liga.
Ese tercer gol complicaba sobremanera una eliminatoria en la que Aritz Aduriz, de 37 años, había dado esperanzas a los rojiblancos al transformar un discutido penal, al estilo Panenka, por una mano de Adil Rami (45).
El gol sirvió al veterano delantero para situarse con siete dianas como máximo realizador de la competición.
El Athletic se limitó a minimizar los daños en la segunda mitad ante un conjunto francés, tercero en la Ligue 1, que aunque llegaba de cuatro partidos consecutivos sin ganar, se mostró más ambicioso y muy superior físicamente.
La estrella local Florian Thauvin podría perderse el partido de vuelta, después de abandonar en camilla el césped del Velodrome, con el tobillo afectado.