El árbol exige más esfuerzos de los mendocinos

El propósito de hacer un reservorio de agua en Parque Chachingo es objetivo atendible, pero se debe relocalizar la obra para salvar a entre 200 y 400 forestales.

El árbol exige más esfuerzos de los mendocinos

Pasó el Día del Árbol provincial y próximamente se celebrará la jornada a nivel nacional. Las fechas son propicias para repasar las problemáticas del aliado vegetal y la necesidad de que Mendoza no siga perdiendo terreno en una actividad que condiciona el territorio.

Un ejemplo que pone en duda los anuncios oficiales de defensa del arbolado es la decisión del Departamento General de Irrigación (DGI) de construir un reservorio de agua para riego en el emblemático Parque Chachingo, en Maipú.

Si bien el propósito de la obra es interesante porque pretende asegurar la capacidad de riego de tierras cultivadas, el pago es oneroso ya que son muchos los forestales que se perderán.

Los defensores de los ejemplares -entre otros la militante Asamblea por el Árbol y Teresita Capezzone como líder- tienen dudas sobre el volumen del proyecto y no saben si la capacidad del estanque será de 50.000 m3 o 70.000 m3, con lo cual variará en mucho la cantidad de unidades que deberán ser taladas.

Por un lado se indica que los árboles a erradicar alcanzarían a 291, pero las organizaciones civiles proteccionistas y los mismos vecinos creen que llegarán a 401, entre casuarinas, álamos negros, álamos blancos, cipreses, eucaliptos, olmos, falsas acacias, fresnos, plátanos, pinos y robles que se encuentran en excelente estado vegetativo.

El pedido de los particulares es que las autoridades de Irrigación, repartición que acredita una fuerte tradición de amparo a los árboles, intenten por todos los medios llevar a la práctica alguna otra iniciativa en el lugar, con la misma capacidad de almacenamiento y que impactaría muy poco en el Parque.

También debe precisarse con claridad si el único fin del reservorio será el riego, ya que según quienes han accedido al expediente existe la posibilidad de concesionar el depósito a actividades náuticas sin motor.

La política de conservación y protección del arbolado es muy sabia porque dimensiona los servicios ambientales que provee un árbol grande, que en buen estado es insustituible para preservar la vida del ser humano.

Se habla mucho de reposición, y algo se hace en esa materia pero no hay que olvidar que un árbol nuevo debe ser esperado 20, 30 o más años para que brinde todos sus beneficios ambientales. Bien puede afirmarse que los replantes versus erradicaciones van muy atrasados.

Por otro lado, Mendoza perdió 30% del arbolado público en las últimas 3 décadas. Son datos irrefutables del especialista Salvador Micali, docente universitario e integrante del Consejo Provincial del Árbol, para quien la situación del arbolado mendocino es sumamente grave.

Para este especialista “las plantas no se reponen y los municipios ya no tienen viveros de mantenimiento y en general no se hace un riego adecuado, a lo que se suma las podas irracionales que se siguen practicando”.

Por otro lado, no se dispone con claridad de estadísticas reales en materia de arbolado y cuál es el estado vegetativo de lo que vemos plantado en nuestro derredor.

Una cierta expectativa para revertir la situación del arbolado público, calificada de grave en todos los círculos que estudian el tema, es el trabajo en conjunto que están afrontando la Dirección de Recursos Naturales Renovables, organismo provincial, y los expertos del Consejo Científico Tecnológico-Conicet Mendoza. Existe la esperanza de que de ese trabajo en común salga un verdadero y definitivo plan forestal.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA