Pasó del sufrimiento en un par de oportunidades al éxtasis final. Con esos estados de ánimos jugó Boca anoche en La Feliz frente a un Lanús que lo venía complicando últimamente.
En los 90’ reglamentarios terminó 2-2 y la el rival de Rosario Central en cuartos de la Copa Argentina se definió desde los doce pasos (4-2).
El Xeneize entró nervioso y empezó a pagar caro sus falencias desde el minuto 4, cuando Martínez entró por el segundo palo y venció a Sara para el 1-0. Lanús había cumplido con lo suyo y le trasladó la necesidad a su rival.
En ese contexto, el equipo de Barros Schelotto dependió de alguna individualidad para acercarse al arco de Monetti, ante un rival que pasaba rápido en la transición defensa-ataque, y en donde el Laucha Acosta parecía que se jugaba una final especial ya que en ambos sectores marcaba diferencias con su velocidad y concentración.
Dibujos parecidos para el complemento. El Grana se mantenía firme del medio hacia atrás, esperando agazapado por alguna contra, mientras que el Xeneize trataba de hacer lo que podía.
Y tras una infracción a Benedetto que se puso rápidamente en marcha, Tevez recibió donde suele marcar diferencias, encaró más hacia su perfil y sacó un remate que se metió abajo. Empezó una historia nueva. Lanús también tenía que dar un paso adelante en su afán de buscar la clasificación. Y con la misma receta se puso nuevamente arriba del marcador, cuando Braghieri conectó de zurda un tiro libre cruzado.
Cortina, pelota detenida y adentro, lo que muchos dicen trabajo de la semana. Entonces el volver a empezar fue para Boca, que no se puso nervioso e igualó el trámite con su máxima figura: el Apache. El boleto estaba para cualquiera. Defensivamente ambos mostraban flaquezas por lo que aquel que se equivocara menos era quien pasaba de fase.
Dentro de ese panorama los dos se fueron conformando con el empate y a buscar el pasaje en la lotería de los penales. Y en esa instancia había que prenderles velas a los arqueros.
Fernando Monetti se estiró cuatro veces pero no acertó en ninguna. En tanto que del otro lado Guillermo Sara se iba a vestir también de héroe al contener los remates de Pasquini y Braghieri, para que el Xeneize siga en carrera por su sueño copero.
Cuando el río suena...
El 2017 será un año con grandes novedades en Sudamérica, debido a los cambios que impulsa la Conmebol en la disputa de la Libertadores y la Sudamericana.
Más allá de que el máximo certamen continental se pasará a jugar de febrero a noviembre, que tendrá una final en campo neutral y que los primeros eliminados pasarán a la otra competencia, lo más llamativo es la posibilidad de que algunos equipos que no accedieron a la clasificación jueguen el torneo por un ranking que elabora el propio organismo, y que podría ser la salvación para Boca o River.
En el mismo, el Xeneize lidera y es secundado por el Millo. Dicho ranking se determina por la sumatoria de la performance en el torneo los últimos 10 años, el coeficiente histórico desde el ’60 a ’05 y puntos al campeón del torneo local.
¿Cómo es el sistema?
Puntaje últimos 10 años
Campeón 1000 puntos
Subcampeón 500 puntos
Participación en semis 300 puntos
Participación en cuartos 200 puntos
Participación en octavos 100 puntos
Partido ganado (fase de grupos en adelante) 80 puntos y partido empatado (fase de grupos en adelante) 40 puntos
Participación en Grupo 100 puntos
Eliminación primera ronda 25 puntos
Puntaje por coeficiente histórico (1960-2005)
Campeón 100 puntos
Subcampeón 50 puntos
Participación en semis 30 puntos
Partido ganado (desde fase de grupos en adelante) 8 y partido empatado (desde fase de grupos en adelante) 4 puntos
Por ser campeón local: el monarca de cada torneo doméstico organizado por las respectivas asociaciones recibirá un bono de 50 puntos por año, contando los resultados de los últimos 10.
El puntaje tendrá un proporcional al año, teniendo el año más reciente un valor del 100%, e irá decreciendo 10% por año hasta llegar al décimo de un valor del 10%. En el caso que haya más de un campeón, el puntaje será dividido equitativamente entre los campeones.