El año de las series inolvidables

Ficciones épicas, fantásticas y thrillers dominaron las preferencias en la pantalla chica. Grandes temporadas de Fargo y The Nick.

El año de las series inolvidables

Es cierto que algunas series  recayeron este año, tal como sucedió con “Girls” y “True Detective”, pero se estrenaron temporadas brillantes de otras, más de culto que populares, que cautivaron a sus seguidores.

"The Knick 2". El relato sobre el hospital neoyorquino The Knickerbocker tuvo una segunda y última temporada impecable. Como en la primera, Steven Soderbergh dirigió cada uno de los diez episodios y siguió con su cámara en mano y música electrónica al equipo de doctores progresistas que tenían que balancearse entre los nuevos descubrimientos médicos y los mitos sociales.

Tanto lo guiones, con noticias contextuales de la época, así como sus personajes, crearon un universo muy bien definido ambientado en la primera década del siglo XX. A la cabeza el villano antihéroe, el desbordado Dr. Thackery, en manos de Clive Owen. El resto de los actores:  André Holland, Jeremy Bobb, Juliet Rylance y Michael Angarano, se destacaron llevando a sus caracteres a momentos tan memorables como siniestros.

Ni hablar del diseño de producción, en el que habitan miles de objetos, casas y vestuarios que le dieron un sustento muy sólido a la historia de un hospital y su funcionamiento político e institucional.

"Fargo 2". Después de los hechos ocurridos en el mismo espacio geográfico y temporal de 2006 en la ciudad de Fargo, la segunda temporada quiebra sus fuentes de inspiración originales para situar un nuevo caso criminal en 1979, en tiempos del joven policía Lou Solverson (Patrick Wilson), el padre de la agente embarazada Molly Solverson, del primer año,  que acá aparece de niña.

La desaparición de uno de los tres hermanos de una tradicional familia de mafiosos, los Gerhardt, antecede la amenaza de otra organización que intentará comprar su negocio y coloca a dos estados en alerta tras una oleada de asesinatos de poder. Malos y buenos de antología, una impecable ambientación de época y una serie de maldades que sacuden sin respiro, hizo de cada episodio un sustancioso policial negro, como si en lugar de estar viendo una miniserie se tratara de una película de diez horas.

El rico material argumental lleno de giros inesperados y psicología criminal, no podría haber funcionado sin las destacadas actuaciones de Kirsten Dunst, Jean Smart, Ted Danson, Cristin Milioti y Jeffrey Donovan.

"Homeland 5". El actual conflicto de los extremistas islámicos se trasladó este año a Alemania, en el que parece haberse estabilizado la vida de la ex agente Carrie Mathison, pero pronto un hackeo a la oficina de la CIA en Berlín desata una conspiración entre rusos, árabes, israelitas y estadounidenses que terminará en un atentado terrorista.

Es difícil disociarse de la realidad, especialmente durante los hechos ocurridos en Europa este año, mientras se suceden los capítulos: el doble discurso de las agencias de inteligencia, las verdades y mentiras del Estado Islámico y la nueva Guerra Fría, se enredan todavía más que en ninguna de las temporadas anteriores, consiguiendo tres de los últimos capítulos más tensos y alarmantes de la serie.

El triángulo emocional formado por los agentes que interpretan Miranda Otto, Mandy Patinkin y Claire Danes, desespera de tensión.

"Leftovers 2". Tras una curiosa primera temporada, la ficción fantástica de Damon Lindelof (guionista de "Lost", "Guerra mundial Z", "Tomorrowland"), dio un giro notable en el segundo año.

Luego de la desaparición espontánea de 100 millones de personas que shockeó al planeta entero, el ex policía Kevin Garvey (Justin Theroux), su nueva pareja Nora Durst (Carrie Coon), su bebé adoptado y su hija Jill (Margaret Qualley) se escapan para vivir a The Miracle, el único pueblo en EEUU.  que no sufrió la abducción de sus habitantes. Pero estar allí lo empeora todo; hay fantasmas, nuevas desapariciones y vecinos fundamentalistas.

Esta es una ficción que se narra siempre por los bordes del género con una libertad creativa inusual para la televisión, incorporando surrealismo, esoterismo, fanatismo religioso y una gran variante de simbolismos. La historia atrapa, incomoda, desconcierta, irrita, pero resulta atractiva de principio a fin, sustentada con uno de los repartos más afinados del año. Se suma el final, de una emoción incontenible.

"Vikings 3". Cuando se estrenó el tercer año de la serie épica sobre los indomables guerreros, los seguidores fueron descubriendo una brecha más fantástica: los dioses comenzaron a verse, a sospecharse en las sombras y el fuego, mientras las aventuras del legendario Ragnar Lothbrok (Travis Fimmel) se extendía sobre nuevos territorios, especialmente la inquebranqueable París, la ciudad que los vikingos quieren sumar a sus conquistas.

El diseño de producción se supera cada año en decorados y vestuarios, en las panorámicas de las geografías, así como la atención en los rituales y las costumbres de la aldea de Kattegat.

La monarquía británica de Wessex  y su rey Ecbert le dieron la nota más ácida al cruce entre el cristianismo y la mitología escandinava.

El episodio final se merece todos los aplausos.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA