Del amor a la crítica parece haber un solo paso para Diego Armando Maradona si de Lionel Messi se trata. Las apreciaciones mediáticas de un ídolo a otro fueron mutando y dejaron en el archivo un compilado de ciertas contrariedades del Diez.
“Pelusa” acunó a la “Pulga” como su sucesor en varias ocasiones, a tal punto que le dio su fórmula para ejecutar tiro libres cuando era técnico de la Selección por el 2010. Sin embargo, también lanzó en diversos momentos una serie de críticas.
“A Messi se le escapó la tortuga”, fue la última observación negativa que lanzó Maradona y abrió la puerta para el análisis de la relación de amor y odio que tiene con Lionel. “Se apuró. Tuvo en vilo y llorando a muchos chicos en Argentina”, le agregó a su frase de cabecera sobre la decisión de dar marcha atrás con la renuncia a la Selección.
Hacía dos meses el Diez le había apuntado por el liderazgo: “No tiene mucha personalidad para ser líder”, fue lo que se filtró desde una charla íntima con Pelé. Entre una crítica y otra hubo tiempo para explicar esta mirada y defender la dimisión. “Quiero luchar junto a Messi porque lo dejaron solo”, había anunciado.
Desde el lado del rosarino sólo hubo espacio para la contestación políticamente correcta: “Siempre escucho lo que dice y tomo sus consejos para seguir aprendiendo”.
En el pasado hubo espacio para más exabruptos de Maradona. “Tenemos al mejor del mundo, que va y hace cuatro goles con el Real Sociedad y viene acá y no la toca. Te preguntás, ¿es argentino o sueco?”, sentenció el año pasado y salió a cruzar a los que pedían que lo apoyen: “Dejen de romper las pelotas con que hay que mimar a Messi”.
El Mundial del 2014 no fue la excepción y el enojo vino por el Balón de Oro que le dieron en la final. “A Lío le regalaría el cielo, pero cuando no es justo y los marketineros quieren hacerle ganar algo que no ganó, es injusto”, disparó en su programa De Zurda al caer contra Alemania.
En el análisis futbolístico, no escapó a las comparaciones y se jactó de que “hizo cinco veces mejor mundial conmigo que con Sabella”.
En el 2010, bajo la tutela de Maradona, Messi no anotó goles y en Brasil, donde fue finalista, gritó en cuatro ocasiones.
Todos estos comentarios negativos quedaron enmarcados en una antigua declaración del 2011, mientras se desarrollaba la Copa América en el país: “Somos muy injustos con Messi. No puedo creer a los boludos que lo quieren matar”.
