Hoy en la sociedad hay dos grandes vicios: el primero es el tabaco y luego el alcohol. El exceso de alcohol es un mal que domina a los adolescentes.
Quien es culpable de que los jóvenes tengan una inclinación al alcohol en primer lugar es el Estado, ya que no formula nuevas leyes para controlar la venta a individuos menores de 18 años.
Además, los padres también son responsables, no insistiendo a los hijos en la prohibición de la consumición de alcohol. Pero más allá de todo esto, el que termina accionando es el joven, entonces por otra parte la culpa es de este.
El adolescente no se debe dejar seducir por las publicidades que se encuentran en las carteleras de la ciudad; todo lo contrario, debe reflexionar y proponerse que nunca ingeriría de estas bebidas.
El joven toma con tres objetivos: el primero, y principal, para pasar un “buen rato”, relaciona alcohol con diversión; el segundo, para olvidar hechos del pasado; por último, escapar de la realidad.
El alcohol hace lo propio cumpliendo dichos objetivos pero posteriormente aparecen otro tipos de consecuencias, como son los accidentes, cirrosis, etc.
En Argentina, los números dicen que la venta de bebidas alcohólicas se duplicó en los últimos 15 años y los consumidores de las mismas son adolescentes entre 14 y 21 años de edad.
Es hora de cambiar este vicio que domina a la sociedad, cada uno debe poner de su parte diciendo: ¡Yo no tomo!
Jerónimo José Cámpora
DNI 42.243.673