Hace apenas seis semanas, en su desfile de la Semana de la Moda en Nueva York, el modisto se sentó en su lugar habitual: una silla justo entre bastidores, donde podía inspeccionar cuidadosamente a cada modelo antes de que saliera a la pasarela vestida con uno de sus suntuosos diseños de impecable confección.
Al final del desfile, el legendario diseñador salió a la pasarela sostenido por dos de sus modelos. No caminó por sí mismo y no avanzó mucho, pero sonreía de oreja a oreja.
Le dio a cada modelo un beso en la mejilla y después volvió tras las bambalinas, donde fue ovacionado por modelos y empleados.
Oscar de la Renta, que vistió a primeras damas, mujeres de la aristocracia europea y estrellas de Hollywood durante más de cuatro décadas, murió el lunes por la noche en su casa en Connecticut, un mes y medio después de ese desfile.
Pero no antes de recibir el honor de trabajar en una ocasión señalada. La novia más famosa del momento, Amal Alamuddin, vistió un diseño con los hombros descubiertos hecho a medida por De la Renta para casarse con George Clooney en Venecia. La revista Vogue mostró imágenes de una prueba del vestido en las que se ve al creador sonriendo y sentado sobre una mesa.
El diseñador falleció rodeado de su familia, amigos y “unos pocos perros”, según un comunicado escrito a mano y firmado por su hijastra Eliza Reed Bolen y el esposo de ésta, Alex Bolen. La nota no especificó la causa del fallecimiento, pero el diseñador había dicho en el pasado que sufría cáncer.
“Aunque nuestros corazones están rotos por la idea de una vida sin Oscar, él sigue estando con nosotros. El trabajo duro de Oscar, su inteligencia y su amor por la vida son el corazón de nuestra empresa”, dijo el comunicado.
“Todo lo que hemos hecho y todo lo que haremos, está influido por sus valores y su espíritu. A través del ejemplo de Oscar sabemos el camino hacia adelante. Haremos que Oscar esté muy orgulloso de nosotros continuando incluso de una forma más fuerte el trabajo que él amó tanto”.
Las favoritas
El final de la década de 1960 y el comienzo de la siguiente fue un punto de inflexión para la moda estadounidense, cuando varios diseñadores con sede en Nueva York labraron un estilo propio que por fin los europeos tomaron en serio.
De la Renta y sus colegas, como Bill Blass, Halston y Geoffrey Beene, definieron el estilo americano, y su influencia sigue patente hasta el día de hoy.
La especialidad del ícono dominicano era la ropa de noche, aunque también fue conocido por sus elegantes trajes sastre para el día, favoritos de mujeres que se reunían en el Four Seasons o Le Cirque a la hora del almuerzo.
Su moda se caracterizó por las faldas voluminosas, bordados exquisitos y colores vivos.
La primera dama estadounidense, Michelle Obama, vistió este mes un vestido de De la Renta por primera vez. El modisto la había criticado varios años antes por no vestir con una firma estadounidense en una cena oficial en 2011.
Algunas de las predecesoras de Obama que llevaron trajes del diseñador fueron Laura Bush, que llevó un vestido azul hielo al baile inaugural de 2005, y Hillary Rodham Clinton, que optó por un vestido dorado en 1997.
“Extrañaremos la personalidad cálida y generosa de Oscar, su encanto y su maravilloso talento”, indicó Bush en un comunicado.
“Mis hijas y yo tenemos muchos buenos recuerdos de visitas a Oscar, que diseñó nuestra ropa preferida, incluyendo el vestido de boda de Jenna. Siempre le recordaremos como el hombre que hacía a las mujeres verse y sentirse hermosas”.
Pero de la Renta se hizo un nombre igual de grande en la alfombra roja de Hollywood, con actrices de todas las edades. Penélope Cruz y Sandra Bullock fueron algunas de las celebridades que llevaron sus opulentas y femeninas creaciones.
Su ropa incluso apareció en episodios de “Sex and the City”, serie en la que el personaje principal, la fashionista Carrie Bradshaw que encarnaba Sarah Jessica Parker, comparaba sus diseños con poesía.
Una actriz que llevó un vestido del diseñador a la gala de los Oscar de este año fue Jennifer Garner.
“El señor De la Renta amaba a las mujeres”, dijo Garner el lunes por la noche, enjugándose las lágrimas. “Y se puede ver en cada diseño que hizo. Honró las características de las mujeres, honró nuestros cuerpos. No tenía miedo a dar un paso atrás y dejar que la mujer fuese la estrella del estilismo”.
También contaba con la admiración de sus colegas. “Él marcaba el nivel”, dijo el diseñador Dennis Basso en su cuenta de Instagram. “Pero sobre todo era un hombre elegante, refinado”.
Nacido con estrella
El camino de De la Renta a la Séptima Avenida de Nueva York fue uno un tanto improbable: a los 18 años dejó su nativa República Dominicana, donde había nacido el 22 de julio de 1932, para estudiar pintura en España pero pronto se desvió al mundo de la moda.
La esposa del embajador de Estados Unidos en España vio algunos de sus bocetos y le pidió que hiciera un vestido para su hija. Un vestido que terminó en la portada de la revista Life.
Eso llevó a una pasantía con Cristóbal Balenciaga, y luego De la Renta se mudó a Francia para trabajar para la casa de modas Lanvin. Para 1963, estaba trabajando para Elizabeth Arden en Nueva York y en 1965 lanzó su propia marca.
En 2004 dijo que sus raíces hispanas podían percibirse en sus diseños.
“Me gusta el color, la luminosidad. Me gustan las cosas vibrantes”, dijo.
Y aunque De la Renta hizo de Manhattan su casa principal, a menudo visitó la República Dominicana y mantuvo una casa allí. La editora en jefe de Vogue, Anna Wintour, una visitante frecuente, ha dicho que viajar con él era como viajar con el presidente. “Es un superastro”, expresó.
También tenía una casa de campo en el noroeste de Connecticut. La jardinería y el baile estaban entre sus pasatiempos favoritos. “Soy una persona muy inquieta. Siempre estoy haciendo algo. El proceso creativo nunca para”, dijo.
Como diseñador, De la Renta siempre satisfizo a sus amigas de la alta sociedad y vecinas, pero hizo esfuerzos ocasionales para llegar a las masas, como con el lanzamiento de una línea de precio medio en 2004 y el desarrollo de una docena o más perfumes.
El primero, llamado Oscar, fue presentado en 1977; más recientemente salió Rosamor al mercado.
Distinciones
Fue un ávido patrocinador de las artes, sirviendo como miembro de la junta de la Ópera Metropolitana y el Carnegie Hall, entre otros, y dedicó un tiempo considerable a organizaciones benéficas a favor de los niños, como la New Yorkers for Children.
También ayudó a financiar escuelas y guarderías infantiles en su país natal, en La Romana y Punta Cana.
República Dominicana honró a De la Renta con las órdenes al Mérito de Juan Pablo Duarte y de Cristóbal Colón.
En los Estados Unidos recibió dos veces el Premio Coty de los Críticos de Moda Estadounidenses, en 2000 fue nombrado diseñador para damas del año por el Consejo de Diseñadores de Moda de los Estados Unidos (que presidió en la década de 1980) y con un premio a la trayectoria de la misma organización.
Además de su propia marca, De la Renta encabezó la colección de Pierre Balmain entre 1993 y 2002, marcando la primera vez que un americano diseñaba para una casa de modas francesa. Francia lo homenajeó como Comandante de la Legión de Honor. También recibió la Medalla de Oro de los reyes de España.
De la Renta se retiró como director ejecutivo de su compañía en 2004, cediéndole las labores del negocio a Eliza Reed Bolen y Alex Bolen. Pero se mantuvo activo como diseñador, presentando sus colecciones en la Semana de la Moda de Nueva York.
También deja un hijo adoptivo, Moisés, hoy diseñador de la compañía.
La primera esposa de De la Renta fue la editora de Vogue Francia, Francoise de Langlade, quien murió en 1983. Seis años más tarde contrajo matrimonio con Anne France Engelhard (Annette) que lo sobrevive con 75 años.
En el recuerdo
El mundo de la moda, el cine y la música recordó al célebre diseñador. A las condolencias de la ex primera dama estadounidense Laura Bush, citadas en el texto central, se sumaron las que siguen.
“Descansa en paz el genio latino Oscar de la Renta, que formó parte de tres de los momentos más importantes de mi vida”, escribió en Twitter la cantante Gloria Estefan.
“Gracias por haberme hecho sentir como una reina en un sueño el día que hiciste unas de tus obras sobre mí”, escribió en la red social la modelo dominicana y ex Miss Universo Amelia Vega.
“Siempre serás el caballero de la moda”, escribió la modelo británica Naomi Campbell.
“Hemos perdido a un grande de la moda. Te echaremos de menos Oscar”, comentó en Twitter el diseñador neoyorquino Marc Jacobs.
“Mi diseñador favorito de todos los tiempos ha fallecido. Oscar, fue un honor vestir tus creaciones”, escribió la cantante Taylor Swift.
