Murió en la suya, trabajando, como siempre vaticinó que iba a ocurrir, porque seguía grabando, semana a semana, el programa “Los 8 escalones” que conduce Guido Kaczka por TN y en el que Gerardo hacía gala de su amplísima cultura general y de una memoria prodigiosa. También conducía desde el año pasado por la señal de cable Magazine el programa de entrevistas “El pacto”.
Desde que arrancó en la televisión en 1963 con un par de programas hoy olvidados junto a Carlos Balá, Sofovich no paró. En 1967 obtuvo un éxito resonante con “Operación ja ja”, un ciclo de sketches escritos por él mismo junto a su hermano menor Hugo y protagonizados por un elenco de grandes comediantes, la mayoría de ellos descubiertos por sus autores.
Allí participaron figuras como el ya veterano Fidel Pintos, además de Alberto Olmedo, Jorge Porcel, Javier Portales, Julio de Grazia, Vicente La Russa, Adolfo García Grau, Mario Sánchez, Mario Sapag, Rolo Puente, Vicente Rubino y Juan Carlos Altavista, entre otros.
Varios de los sketches de “Operación ja ja”, recordados todavía hoy, se convirtieron con el paso del tiempo en éxitos independientes siempre con un rating formidable.
El bloque titulado “Polémica en el bar” reunía a Portales, La Russa, Altavista, Sánchez, entre otros, en una típica discusión de mesa de bar donde se hablaba desde mujeres hasta de política, con cámara fija delantera y textos que los hermanos Sofovich escribían en caliente en base a los hechos del día.
A la sanata del personaje interpretado por Fidel Pintos se sumó la falta de instrucción de Minguito Tinguitella, interpretado por Altavista, “periodista” de La Voz del Rioba, un periódico con el que el personaje amenazaba a sus detractores con “levantarles una lápida”.
Otro de los sketches, el de la peluquería que encabezaba Fidel Pintos, con un sillón en el que recibía a invitados especiales, tuvo como correlato a la muerte del actor dos programas independientes: “La peluquería de Don Mateo” con Jorge Porcel, “El nieto de Don Mateo” con Berugo Carámbula y, más tarde, una remake de “La peluquería...” con Miguel Ángel Rodríguez.
De la larguísima lista de éxitos televisivos que produjo, condujo y hasta escribió, destacan especialmente “Tiempo límite”, “A la manera de Sofovich” y quizá el de mayor impronta personal fue “La noche del domingo”, que quedó en la memoria de todos por una secuencia de juegos que incluía el corte de la manzana en una época, el yenga en otra y campeonatos de balero o de pulseadas.
También durante varios años, sus programas que alternaban números musicales, entrevistas, juegos y sorteos, todo decorado con un séquito de atractivas secretarias, recibían a perros perdidos que exhibía en pantalla con el afán de que sus dueños los recuperaran.
En 2011, al mismo tiempo que por Crónica TV conducía “Sofovich hace memoria”, en el que se homenajeaba a él mismo, fue nombrado Personalidad Destacada de la cultura porteña e hizo su primer comentario acerca de un posible retiro definitivo de la televisión, cosa que nunca ocurrió.
Teatro y cine
El prestigio de Sofovich no sólo estuvo ligado a la tevé sino también al teatro, principalmente a la revista y la comedia, donde trabajó con casi todos los actores que pasaron por sus programas televisivos.
En 2006 fue el hombre con más obras en cartel en la calle Corrientes: “El champagne las pone mimosas”, “Soltero y con 2 viudas”, “Más que diferente” y “Operación Ja Ja recargada”, puestas que él mismo supervisaba cada fin de semana en una maratónica recorrida nocturna por cada una de las salas.
También lanzó a numerosas estrellas, desde Florencia de la V (en 2005 con “Diferente”, la audaz apuesta marplatense que por primera vez encabezaba un travesti) hasta Silvina Luna, Nazarena Vélez, Belén Francese, Jésica Cirio y María Eugenia Ritó, entre muchas más.
En cine, como director, guionista y productor, fue figura clave en varias películas con Alberto Olmedo y Jorge Porcel (“Los caballeros de la cama redonda”, su debut como director en 1973; “Los doctores las prefieren desnudas”), Juan Carlos Calabró (“Johny Tolengo, el majestuoso”, 1987; “Me sobra un marido” junto a Susana Giménez) o Tristán (“Las minas de Salomón Rey” en 1986).
Como actor fue elegido por Juan Carlos Desanzo para interpretar a dos oscuros y malignos personajes en “El desquite” (1983) y “En retirada” (1984).
Triste récord
Según informó el doctor Luis de la Fuente, Sofovich murió a las 7 de la mañana de ayer de una hemorragia digestiva grave en la clínica Suizo-Argentina, donde había sido internado el sábado con fuertes dolores.
De la Fuente reveló a radio Diez que Gerardo había sido internado “directamente en la unidad de terapia intensiva” y hasta las 11 del sábado “estaba bien”.
“Fue una ironía que haya podido sobrevivir a todo esto; estaba bien del corazón y murió por la hemorragia”, acotó.
Durante 2014 había entrado al quirófano por un problema en su arteria aorta abdominal y le colocaron una prótesis durante una intervención que había sido programada.
También el año pasado sufrió una infección pulmonar que se complicó porque padecía EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica).
Sin embargo, este tipo de dolencias tenía en él una larga data. En marzo de 1992 tuvo el primer infarto agudo de miocardio, al que siguió otro en julio de 1996 y una recomendación médica unánime: “Gerardo, tiene que trabajar menos”.
En mayo de 2004 fue sometido a una angioplastia para facilitar el funcionamiento del sistema coronario. En abril de 2006 pasó varios días internado por un cuadro cardiovascular agudo. Sin embargo, a los pocos días de cada una de estas internaciones (en total pasó por 12 angioplastias), Gerardo volvió al trabajo.
El próximo 18 de marzo hubiera cumplido 78 años.
Otras facetas
Además de hombre de medios, Sofovich también tuvo una muy polémica faceta empresarial y política. A inicios de los 90, en plena etapa menemista, ganó la licitación para administrar el Zoológico de Buenos Aires. También incursionó como propietario de diarios, al fundar en abril de 1996 “El expreso”, de furioso oficialismo y extraño formato de bolsillo, que sólo duró 14 meses en la calle.
Su intervención más ruidosa en la administración de medios fue en Argentina Televisora Color (ATC) de marzo a diciembre de 1992, donde fue interventor. Sofovich dejó al canal en concurso de acreedores y con una gran deuda. Sin embargo, en 2006 el juez Norberto Oyarbide lo sobreseyó por prescripción de la causa, aunque aclaró que durante su gestión la emisora perdió ocho millones de pesos.
Amigo confeso del ex presidente Carlos Menem -“fue el estadista más importante que tuvo el país”, solía decir- Sofovich también coqueteó con el poder. En las elecciones a jefe de gobierno porteño de 2003, su nombre sonó fuerte para liderar las filas del menemismo porteño; finalmente no aceptó la candidatura.
Hazte la fama
Tanto fuera como dentro los medios en los que trabajaba, Sofovich tuvo -y alimentó- fama de malhumorado. "Me divierte el mito de capomafia que se creó alrededor mío. Nació porque Minguito me decía 'ruso malino' (por maligno)", dijo en una oportunidad.
Lo cierto es que hasta en el programa de Marcelo Tinelli (Sofovich fue jurado del Bailando en 2008) cada vez que aparecía Gerardo lo recibían con la música de la película "El padrino".
"Quizá me dicen así por el rol protector y paternal que tengo con las figuras", decía él.
Infancia difícil
Descripto por sus colegas como obsesivo y riguroso en su trabajo, había forjado su carácter en una infancia difícil.
A los 7 años perdió una de sus piernas al quedar atrapado en un pase de vías del tranvía que lo sorprendió y, si bien fue tironeado por su hermano Hugo, terminó con la amputación del miembro y desde entonces llevaba una prótesis ortopédica.
“Pese al grave accidente que tuve, hice la carrera que hice, nunca quise dar lástima”, dijo alguna vez sobre el tema del que rechazaba hablar en público y que no le impidió convertirse en el exitoso empresario que fue.
Amores y desamores
En lo personal, Sofovich estuvo casado durante 30 años (1965 - 1995) con la actriz Carmen Morales, que interpretaba al personaje de Alelí en “La peluquería de Don Mateo”. Con ella tuvo en 1968 a su único hijo, Gustavo, que a su vez les dio a su única nieta, Tatiana.
Luego de la separación, a Gerardo no se le conoció pareja estable hasta que, en 2009, “blanqueó” su relación con Sofía Oleksak, una ex secretaria de 39 años con la que contrajo matrimonio en abril y de la que se separó -escándalo mediático de por medio- ocho meses después.
Pero más allá de estas dos únicas parejas estables, los rumores siempre le adjudicaron al conductor varios romances con figuras de la farándula vernácula, entre ellas la actriz Andrea del Boca y Rosana Dib, la ex mujer del productor Luciano Garbellano, un enemigo declarado de Sofovich.
"No le temo a la muerte"
En una entrevista que concedió al periodista Nelson Castro en diciembre pasado, luego de haber permanecido 16 días internado en la clínica Suizo-Argentina donde fue operado del corazón, Sofovich comentó que ya no le temía a la muerte.
“Me gradué de ateo y eso te da otra visión sobre la muerte. Creo que, al revés de lo que dice la religión, es el hombre el que creó a Dios a su imagen y semejanza. Eso ayuda a mitigar el dolor, esa cosa de decir: ‘¿Cómo que desaparezco? ¿Qué va a ser el mundo sin mí?’. Y lo analizás”, consideró el conductor.