A pocos días del macabro hallazgo sin vida del futbolista brasileño Daniel Correa Freitas (24), a quien antes de ser asesinado le fueron extirpados sus genitales, el principal sospechoso rompió el silencio y reveló los motivos que lo llevaron a cometer el crimen.
"Cuando quise abrir la puerta, estaba cerrada. Yo derrumbé la puerta de mi cuarto y cuando abro, él estaba encima de mi esposa y ella gritando y pidiendo socorro", dijo Edson Brittes Júnior, quien está detenido junto a su esposa y su hija de 18 años.
La joven había invitado al jugador del São Paulo FC a su fiesta de cumpleaños realizada en la zona de São José dos Pinhais, en el sur de Brasil.
De acuerdo con las investigaciones, el futbolista de 24 años "habría sido sorprendido en la cama" con la mujer de Brittes, motivo por el cual "recibió una paliza", para posteriormente ser trasladado en el baúl de un auto a un local cercano donde fue cometido el asesinato.
"Lo que hice fue lo que haría cualquier hombre, porque la mujer que estaba allí no era mi esposa. Eran todas las mujeres de Brasil. Podía ser su hija, su hermana, su madre, su esposa. En ese momento era mi esposa, Cris, con la que llevo casado 20 años. La mujer a la que he dedicado mi vida, que siempre me amó y respetó", señaló Brittes en un video que grabó.
Hay dos fotos que Correa envió a un grupo de amigos por WhatsApp aquella noche. En el chat, el jugador confirmó que estaba en la fiesta de la chica y que luego mandó un mensaje en el que afirmó que se iba a "comer a la madre" de la cumpleañera.
También envió las dos imágenes, en las que aparece en la cama, al lado de Cristiane, la hija de Brittes, donde se la ve que está durmiendo.
"Lo quité de encima de mi esposa, lo arrojé al suelo y evité que fuese violada por ese monstruo", reveló el principal sospechoso del homicidio.
El cuerpo de Daniel fue encontrado el sábado pasado en la zona de São José dos Pinhais, donde la Policía busca desde entonces el cuchillo con el que fue cometido el asesinato.