El espectáculo "Accidens", del argentino Rodrigo García, en el que un actor parte en dos una langosta viva, presentado desde el 14 al 18 de abril en París, llama la atención en Francia gracias al malestar que genera el sacrificio del animal.
Presentada en el marco del festival "Etrange cargo", la obra desencadenó una protesta que ya recibió 30.000 firmas y la indignación de los defensores de los derechos de los animales. En giras previas del mismo espectáculo por Europa, uno de los espectadores subió al escenario para intentar salvar a la langosta en Polonia.
Lo mismo ocurrió en París, donde este martes una espectadora interrumpió el estreno para intentar liberar al crustáceo que pendía de un hilo en el escenario. Pero tuvo que volver a sentarse, disuadida por los gritos del director. La muerte de la langosta no tiene nada de anecdótico para Rodrigo García. Según él, se trata de un "acto primitivo", un "regreso a la naturaleza: matar un animal para comérselo". Dice además que le recuerda "la oscuridad de un pasado no tan lejano en Argentina", de represión y tortura.
Varios espectadores abandonaron la sala, mientras otros contemplaban en silencio la langosta y escuchaban los latidos de su corazón amplificados mediante un micrófono. El actor, de aspecto siniestro, descuelga la langosta al término de tres largos minutos y la posa sobre la mesa, antes de cortarla cuidadosamente en dos y ponerla sobre la plancha caliente, donde se retuerce por un buen rato.
Nacido en Buenos Aires de padre carnicero y madre verdulera, García bautizó su compañía "La Carnicería Teatro" y recurre a menudo a animales. Crítico de la sociedad de consumo, considera que el hombre "olvidó la relación entre los hombres y los animales en la cultura". Se dirige a los firmantes de la petición que "se dejan manipular por desconocidos" así: “Ustedes son completamente estúpidos".