El Aconcagua: la ciencia explica cuál es la altura del Coloso

A lo largo de la historia la montaña más alta de América tuvo cuatro expediciones para medir su altura. El autor participó de la última, que en 2012 reveló el índice que hoy es reconocido de manera oficial.

El Aconcagua: la ciencia explica cuál es la altura del Coloso

Hablar del Aconcagua desde la ciencia y la técnica es un tema complejo que solo se puede abordar y resolver desde programas y proyectos de investigación que se llevan adelante mediante estudios y desarrollos tecnológicos sistematizados, organizados y perdurables en el tiempo.

En este sentido, la Cordillera de los Andes, y en particular los Andes Centrales, han sido y serán un laboratorio para los científicos y técnicos que abordan las disciplinas de las Ciencias de la Tierra.

La tierra está viva y es inestable, variable, cambiante. Explicar su pasado, investigar los cambios experimentados en el transcurso del tiempo, entender su estado actual, predecir sus condiciones futuras y preservar el complejo sistema de la biosfera, implica comprender el funcionamiento de nuestro planeta.

Cómo hacerlo, es la gran pregunta que nos planteamos como habitantes del mismo. Es aquí donde acudimos a la ciencia para pedir colaboración en el desarrollo de esta respuesta. De esta forma aparecen las Ciencias de la Tierra brindándonos los elementos necesarios para la elaboración de la misma.

En este contexto, en los Andes Centrales se desarrolla el Programa Sigma (Sistema Geodinámico Monte Aconcagua) desde el año 2006, que sintetiza de alguna forma el estudio coordinado y planificado de varias disciplinas en la alta Cuenca del Río Mendoza. El programa fue declarado de Interés Provincial por la Legislatura ese año.

Entre los estudios que se han abordado y se abordan por Sigma, podemos citar a los procesos geodinámicos (deformación de la corteza terrestre), gravimétricos, glaciológicos, deslizamientos de laderas, etc.

Una serie de estaciones de monitoreo GNSS (Sistema de Satelital de Navegación Satelital), conocidas como Estaciones GPS, permiten estudiar la mayoría de los procesos geodinámicos. Estas pueden ser Estaciones Continuas GPS o Estaciones Móviles GPS. Las primeras se encuentran operativas y están instaladas en zonas estratégicas en el área del Aconcagua, como la estación NICO (ubicada en Nido de Cóndores) y la Estación INCA (en la Villa Puente de Inca).

Entre las Estaciones Móviles GPS, la emblemática y referente del Programa Sigma es la denominada ACON, que se encuentra en la cumbre del Cerro Aconcagua. Este tipo de estaciones se encuentran distribuidas a lo largo de la cordillera y el llano permitiendo establecer una red de estaciones GPS, que permiten monitorear la deformación y desplazamiento de la corteza terrestre. 

En el año 2010, el Programa Sigma se propuso un objetivo que marcó un icono en sus antecedentes: medir la altura del Cerro Aconcagua.

El más alto

El Aconcagua se encuentra ubicado en la Cordillera Principal, conocida como Cordillera de Los Andes. Desde allí emerge como una gran pirámide de más de 6.960 metros rodeada por montañas de entre 4.000 y 5.100 metros de altura. Es la montaña más alta de América, un ícono en el continente y ha sido, es y será el desafío de andinistas y escaladores deportivos de todo el mundo.

Es el baricentro del Parque Provincial Aconcagua, que abarca un área de 71.000 hectáreas, encontrándose además del cerro homónimo, grandes campos de hielo o glaciares que dan origen a cursos de agua que son afluentes del río Mendoza, principal generador del oasis Norte de Mendoza

La medición de la altura del Aconcagua representó un desarrollo científico-tecnológico muy complejo, donde intervinieron varias disciplinas, como la geodesia y la gravimetría, además de un importante apoyo logístico.

El Instituto Geográfico Nacional (IGN) y el Departamento de Geomática del Ianigla fueron los responsables de las mediciones científicas y del procesamiento de la información, con el apoyo logístico de la Dirección de Recursos Naturales del Gobierno de la provincia. Los estudios comenzaron en el año 2010 y culminaron en 2012.

El aporte financiero para realizar los estudios y las actividades científicas vino de proyectos de investigación financiados por la Agencia Nacional de Promoción Científica y tecnológica (ANPCyT), el Conicet y la UNCuyo, y la colaboración con instrumental GPS de la Universidad de Hawaii.

Historia de las mediciones

La primera medición de la altura oficial del Aconcagua fue realizada por el Instituto de Geodesia de la Universidad de Buenos Aires y dirigida por el geodesta Eduardo Baglietto en 1956, en conjunto con el Instituto Geográfico Militar (IGN), que avaló la medición.

Los métodos utilizados por los geodestas fueron los tradicionales para la época, utilizando equipos topográficos de alta precisión y mediciones de gravimetrías. La expedición duró varias temporadas y se obtuvo una altura de 6959,6 mts +/- 1.20 mts s.n.m. Esta altura fue adoptada por el IGM (actualmente es el IGN) como oficial para la República Argentina, desde el año 1959 hasta el 2012.

En 1989 se realizó la medición de la altura del Aconcagua por medio de la Expedición Andinístico-Científica, denominada Cóndor ‘89, de la que participaron el Departamento de Geomática del Ianigla y la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Padua, Italia.

La dirección de la misma estuvo a cargo del geómetra Francesco Santón y de Valentino Tomelleri, de la mencionada universidad italiana. El apoyo logístico fue realizado por andinistas el Club Andino de Alvear e italianos de gran trayectoria deportiva.

La expedición tuvo como eje fundamental el desarrollo andinístico-científico. El método utilizado fue el tradicional de geodesia, combinando mediciones GPS con topografía convencional, además de medidas de gravimetría realizadas en forma expeditiva. Los trabajos de campo duraron 20 días aproximadamente.

Las mediciones y su cálculo no respetaron el método riguroso científico geodésico. La altura que se determinó fue de 6.962 msnm. Por eso, el IGN no convalidó esta medición, ya que la considera como una medición expeditiva, por lo tanto su valor de altura es puramente indicativo y aproximado.

La última medición oficial fue realizada en 2012 en el marco del Programa Sigma. La medición fue realizada por el IGN junto con el Departamento de Geomática del Ianigla, con la colaboración de la Dirección de Recursos Naturales, de la Patrulla de Rescate de la Policía de Mendoza, de empresas vinculadas con el andinismo en Mendoza y porteadores.

El cálculo y procesamiento estuvo a cargo del Departamento de Geodesia del IGN y el responsable técnico-científico fue el agrimensor Sergio Cimbaro, actual presidente del IGN.

Se realizaron estudios científicos a partir de los cuales se determinaron los parámetros físicos de la tierra para determinar el geoide (superficie física de la Tierra), por medio de mediciones de gravedad, y luego se relacionaron estos estudios con las mediciones satelitales GPS (Global Position System), vinculando la superficie de referencia matemática de la tierra (generada por el sistema GPS, denominada "elipsoide"), con el geoide. Para ello, se utilizaron equipos de alta precisión respetando los estándares internacionales geodésicos.

Los trabajos que se realizaron abarcaron una longitud de 200 km, desde el origen de las mediciones hasta la cumbre del cerro. Estos trabajos de campo abarcaron un período mayor a dos años y comprendieron una multiplicidad de estudios. La altura oficial obtenida fue de 6.960,80 msnm +/- 0.20 m, adoptada por el IGN y que es la única valida como oficial en la actualidad.

En el año 2012 se realizó otro estudio de la altura del Cerro Aconcagua con métodos científicos geodésicos indirectos. El desarrollo del proyecto tuvo como responsable a la Dra. Cristina Pacino, directora de la Escuela de Agrimensura de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Participaron científicos de la universidad y del National Space Institute de Dinamarca.

La medición de la altura del cerro que se obtuvo fue por métodos geodésicos indirectos “aerogravimétricos”. Los resultados dieron una altura de 6.964,4 msnm. El IGN no ha convalidado esta resultado dado que no cumple con los estándares o protocolos geodésicos internacionales para este tipo de mediciones.

Los estudios antes expuestos ponen en valor el papel que desempeñan la educación, la ciencia y la tecnología en el desarrollo inclusivo y armónico de un país. Sólo el Estado, mediante políticas pertinentes, puede garantizarlo. Quizás en la frase que nos dejó Carl Sagan lo podemos sintetizar: “Si deseamos que nuestro planeta sea importante hay algo que podemos hacer para contribuir a ello. Hacemos importante a nuestro mundo gracias al valor de nuestras preguntas y la profundidad de nuestras respuestas”.

Solo el Instituto Geográfico Nacional puede avalarla

Las alturas de los cerros o cumbres cuya toponimia está registrada en la Cartografía Oficial de la República Argentina solamente son válidas si el Instituto Geográfico Nacional (IGN) las convalida.

No existe ningún otro organismo ni ente oficial que tenga esta potestad en el país. Por lo tanto, todas las alturas de cerros que no estén avaladas por el IGN, no tienen ningún tipo de valor oficial ni científico y solo deben tomarse como indicativas o deportivas.

La altura de los cerros se mide teniendo en cuenta el nivel medio del mar (n.m.m), a la que se la denomina “cota”. Este parámetro se logra únicamente determinando la forma física de la tierra, que se la denomina “geoide”, y se obtiene por mediciones de gravedad, lo que conlleva un desarrollo científico tecnológico y de apoyo logístico muy importante, de gran concentración metodológica.

El proyecto sigma

Participan diferentes instituciones científicas y gubernamentales: Ianigla - Conicet), Instituto del Ambiente y los Recursos Naturales (Idearn, FFyL -U NCuyo), International Center of Earth Science (ICES, UNCuyo-CNEA) y Dirección de Recursos Naturales (Gobierno de Mendoza), son algunas de ellas.

Los coordinadores son los científicos Dr. Jorge Barón y el Prof. Agrim. Luis Eduardo Lenzano.

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