El debate parlamentario sobre aborto legal no está sujeto a mandatos partidarios ni de bloque. Por eso, bajo un mismo paraguas político hay dirigentes y legisladores que están a favor y en contra. Y en los últimos días se produjeron algunas sorpresas.
La última fue la del Rodolfo Urtubey, hermano del gobernador, Juan Manuel: el senador nacional por Salta sostuvo esta semana que "la amenaza de pena a una mujer que practica un aborto es una barbaridad" y que "esa amenaza de pena debería desaparecer del Código Penal".
La postura de Rodolfo Urtubey llamó la atención no solamente porque su hermano está en contra de la despenalización sino porque él representa a una sociedad de perfil conservador como la salteña y por su formación académica católica.
"Si hubiera un proyecto en ese sentido, el de suprimir la pena, votaría en ese sentido", dijo Rodolfo Urtubey, aludiendo a la posibilidad de que la despenalización obtenga la media sanción de Diputados y llegue al Senado.
De todas maneras, el senador del bloque que lidera Miguel Pichetto (quien también estaría a favor de la despenalización) aclaró que no está a favor del aborto legal y gratuito, que es la iniciativa que se discute en la Cámara de Diputados, pero sí a favor de que la mujer no sufra una sentencia en su contra por haber abortado.
El Código Penal vigente permite desde hace 96 años la realización del aborto si existen algunas causales determinadas: cuando hay peligro para la vida o la salud de la madre y si el embarazo proviene de una violación. Pero establece penas de hasta diez años de cárcel para todo otro tipo de interrupción voluntaria del embarazo.
A diferencia de la despenalización, la legalización del aborto garantizaría la cobertura de salud para las mujeres que interrumpan su embarazo. En cambio, la mera quita de la pena no legisla sobre los abortos clandestinos y deja a las mujeres sin posibilidad de realizarse estas prácticas de manera segura.
La ex senadora Hilda "Chiche" Duhalde también sorprendió al decir que cambió de opinión en torno al aborto. "Si uno a esta altura de la vida sigue siendo el mismo que era a los 40 o a los 30, es un idiota, no ha madurado", lanzó la esposa del expresidente Eduardo Duhalde. "Hoy he modificado mi posición, creo que tenemos que legalizar el aborto", completó.
Semanas atrás también había dado la nota el ex candidato a presidente del Frente para la Victoria Daniel Scioli, al afirmar que "hay que legislar a favor" de la despenalización, pese a que en otras oportunidades se había expresado en contra.
El diputado kirchnerista pidió "adecuarnos a esta realidad" y comprender "la necesidad de la educación sexual integral y del aborto no punible como una cuestión de salud pública". "Hemos visto los países donde se ha legalizado el aborto cómo ha bajado en forma sustantiva la mortalidad materna", señaló el ex gobernador bonaerense.
Hace tres años, en plena campaña presidencial contra Mauricio Macri, Scioli había afirmado, textualmente: "Estoy en contra de la legalización de la marihuana y en contra de la legalización del aborto".
Otros tres que cambiaron su opinión son los massistas Mirta Tundis y Raúl Pérez y el macrista Marcelo Wechsler, quienes en 2016 firmaron junto a otros 65 diputados el proyecto antiabortista de "Protección Integral de los Derechos de las Mujeres Embarazadas y de las Niñas y Niños por Nacer".
A dos años de la presentación de aquella iniciativa, Tundis afirmó: “Estoy a favor de la vida, pero no dejo de reconocer que las mujeres de bajos recursos terminan penalizadas o fallecen; por lo que la despenalización sería lo correcto. No es justo que sean demonizadas, o peor, que mueran”.
Pérez y Wechsler fueron más allá: no sólo están a favor de la despenalización sino que son firmantes, junto a otros 70 diputados, del proyecto de legalización del aborto, que es el que se debate en comisiones de Diputados.