Cuando se encienden las cámaras de su programa, Matías Raviolo (43) da lo mejor de sí mismo para comunicarse con los productores agropecuarios de Guatemala. Casi sin vestigios de nuestro característico acento, el mendocino se dirige con total naturalidad al público del país en el que vive desde hace 10 años.
Recibido de abogado en la Universidad de Mendoza, dejó todo en 2004 para radicarse en la Ciudad de Guatemala, capital de esa nación. “Quería un cambio en mi vida y sentí desde lo más profundo de mi corazón que tenía que venirme. Hoy reconozco y sé que es Dios quien me trajo a vivir a este país”, aseguró el hombre nacido en Godoy Cruz.
Cuando llegó al país centroamericano tuvo que trabajar en ventas, dio clases de inglés y hasta fue modelo publicitario, hasta que a fines de 2011 comenzó, junto a su socio Jaime Bustamante, el proyecto “TV Agro Centroamérica”. Allí se desempeña como presentador y co-productor. “Es un programa de televisión de 30 minutos que hoy por hoy es la ventana del sector productivo agropecuario nacional”, escribió el conductor vía e-mail. En su tercer año al aire el envío cuenta con una audiencia estimada en un millón de televidentes a través de Canal Antigua.
“El programa contribuye con los agricultores y ganaderos por ser educativo e instructivo. Además, muestra la transferencia de tecnología existente en el mercado y noticias de actualidad”, detalló Matías, quien también ha concretado programas para El Salvador, Honduras y Costa Rica. “En un futuro cercano tenemos planes de comenzar filmando en los Estados sureños de México, fronterizos con Guatemala”, añadió.
Una de las particularidades que más disfruta de su trabajo es que ninguna jornada es igual a la otra. “Mi día comienza a las 5.45. Generalmente a las 7 puedo estar en una reunión en la Capital o con el equipo filmando en campos, fincas o comunidades, en su mayoría indígenas.
Luego siguen más reuniones para armar un programa o para terminarlo, grabar la voz en off, ver ventas, entre otros”, describió el mendocino, que además tiene a cargo las relaciones públicas del proyecto. “Eso lo heredé de mi padre, Luis Raviolo Funes, ex director de RRPP en Impsa”, deslizó.
La eterna primavera
Para Matías es una bendición vivir en el país de “la eterna primavera”. “Tenemos un clima delicioso todo el año, primavera-verano, con algunas excepciones en los meses de fin de año cuando, por la cercanía con el hemisferio norte, suelen llegar vientos y aire un poco más fresco o frío dependiendo de la región de Guatemala de la que hablemos”, explicó.
Con respecto a las dimensiones de ese país, subrayó que se trata de un territorio más pequeño que nuestra provincia, pero con enorme diversidad de suelos. “Además se desarrolla con 23 etnias indígenas diferentes, cada una con su idioma y cultura, definitivamente muy interesante si uno es sociólogo, por ejemplo”, destacó Raviolo.
Una particularidad que le llama la atención es el cariño que allí nos tienen a los argentinos. “Hablan siempre de la Argentina expresándose con mucho cariño y admiración. Además, mi generación y mayores aún han leído Mafalda, la revista Billiken, conocen de nuestros cantantes y actores, tal vez no de todos pero sí de muchos”, recalcó. Continuó: “Conocen Buenos Aires, también Bariloche y mi sorpresa es que de diez chapines (como llaman a los guatemaltecos) con quienes estoy, por lo menos cinco han estado en Mendoza”.
Allí también tuvo la oportunidad de conocer, hace siete años, a un grupo católico, de oración. “Estoy conociendo un poco más de Dios y el grupo es mi cable a tierra. Ahí aprendí a ser muy agradecido con todo lo que la vida me da y a ver el futuro de manera optimista y con fe”, compartió.
Mix Mendoza-Guatemala
Aunque siempre vuelve a la provincia para Navidad, su sueño es vivir medio año en Mendoza ( primavera y verano) y medio año en Guatemala. "Estoy trabajando en buscar alguna actividad que me permita ese tipo de vida y así cumplir con ese sueño", comentó Matías.
Es que como todo mendocino en el exterior, extraña a su familia y por sobre todo a su abuela de 94 años.
“También muchas veces mi mente comienza a ver paisajes de Mendoza y me pongo un poco nostálgico. Extraño algunos lugares que significan mucho para mí como la finca de mi abuela y los viñedos, aunque también los túneles que se forman en algunas calles y la Quinta Sección, donde viví mis primeros años de vida en la calle Sobremonte y Boulogne Sur Mer, frente al Parque”, recordó.
