El sector empresarial mendocino divaga en un mar de dudas e incertidumbre por lo que pueda ocurrir con la economía luego de las elecciones presidenciales pero hay algo que tienen claro y que esperan que suceda: el peso tiene que devaluar.
Según reveló una encuesta de expectativas de la Federación Económica de Mendoza (FEM) en conjunto con Universidad Champagnat, el 96,3% de los empresarios mendocinos cree que el próximo presidente realizará una devaluación. Apenas un 3,7% mantiene una opinión contraria.
Entre las empresas que ven a la devaluación como algo inevitable, el 63% espera que la suba del dólar sea moderada, un 16,7% que sea leve, un 14,8% que sea abrupta y un 5,6% que sea incipiente.
Dos visiones de la inflación
Independientemente de qué candidato salga electo como presidente nacional, la mayoría de los empresarios espera una mejoría en el tratamiento del problema inflacionario.
Ante la pregunta acerca de si el próximo presidente logrará contener la inflación, el 63% de las empresas encuestadas respondió que “lo logrará en alguna medida”, el 18,5% expresó que lo logrará en mayor medida, el 9,3% dijo que “si lo logrará” y el 9,3% restante opinó que “no lo logrará”.
La opinión respecto a cuál será el índice inflacionario en 2016, tuvo dos grandes grupos bien divididos. El 40,7% de las empresas encuestadas por la FEM mantienen una expectativa de que en 2016 la inflación real se ubicará entre el 15% y el 20%. Es claramente un pensamiento optimista, considerando que los expertos anticipan que la inflación del 2015 será cercana al 26%.
Sin embargo, un 20,4% opinó que la inflación rondará entre el 20% y el 25%. Otro grupo más chico (14,8%), consideró que los precios subirán entre un 25% y un 30% en 2016, mientras que un 7,4% espera una inflación superior al 30%.
Pasando en limpio, el 42,6% de los encuestados estimó que la inflación será superior al 20% en 2016. En tanto, el 16,7% restante espera que el índice inflacionario se ubique entre el 0% y el 15%.
El ajuste es necesario
El informe de la FEM muestra con claridad que las expectativas de devaluación son muy altas pero gran parte de los empresarios espera que la inflación sea menor al 20% en 2016.
Según explicaron los economistas, para que exista una devaluación con desaceleración de la inflación, es indispensable que el Gobierno Nacional haga algunos ajustes monetarios que lleven confianza al sector empresarial y al sector gremial.
Jorge Day, de Fundación Mediterránea, explicó que en las actuales condiciones económicas de Argentina, una hipotética devaluación se trasladaría rápidamente a precios, al menos en los primeros meses.
"En un contexto de alta emisión monetaria como el actual, es difícil contener los precios ante una devaluación", señaló.
"Partiendo de una base inflacionaria del 25% anual, es difícil pensar que pueda terminar el 2016 por debajo del 20% en un año con devaluación y sin ajuste", opinó.
Coincidió con esa lectura el economista Sebastián Laza al explicar que una devaluación sin tanto traslado a precios es posible pero siempre que primero se cree el escenario adecuado.
“El próximo Gobierno debe ganarse la confianza del mercado y esto lo logra saliendo del default, controlando la emisión monetaria y recortando el gasto público”, comentó el experto.
“Desde mi punto de vista, el resultado de la encuesta de la FEM muestra que gran parte del sector empresario cree que el próximo gobierno, sea quien sea, va a ser el ajuste de la forma correcta”, opinó Laza.
Como se hizo el informe
Los resultados publicados por la Federación Económica de Mendoza se obtuvieron en base al resultado de 90 encuestas realizadas a empresas mendocinas de diferentes rubros.
El 18 por ciento pertenece al área de consultoría, el 15 por ciento es del rubro agroindustrial mientras un 9% forma parte del ámbito petróleo y minería y 9% al comercio. También se consultó a empresas de industria textil, construcción, tecnología de la información (7%), industria gráfica, agrícola (6%) y metalmecánica (4%), entre otros rubros.
Cautela en empleo e inversión
Las expectativas empresariales pueden no coincidir con lo que finalmente ocurra luego de las elecciones pero aún así la percepción de los empresarios es un factor fundamental para el desarrollo económico. La fuerte expectativa de devaluación y la incertidumbre generalizada están frenando la toma decisiones en la actualidad.
“Eso se nota mucho en la parte de empleo. Prácticamente no hay expectativas de creación de nuevos puestos de trabajo. No se habla de reducción de personal pero tampoco se toma riesgo en contratar”, comentó Josué Lima, colaborador en la realización de la encuesta. La encuesta de expectativas de la FEM reveló que el 74% de las empresas planea mantener su planta sin variaciones en los próximos meses y apenas un 7% considera contratar. En los planes de inversión también hay estancamiento. Un 74% de los encuestados no piensa invertir en los próximos meses.