París. Mientras el enfrentamiento entre Jean-Marie Le Pen y su hija Marine se profundiza y amenaza con dinamitar las posibilidades electorales de la ultraderecha, una encuesta del diario Le Parisien reveló ayer que 91% de los franceses desea que el fundador y presidente honorario del Frente Nacional (FN) se retire de la vida política.
Según la encuesta del instituto Odoxa publicada por el diario Le Parisien, 9 de cada 10 franceses desean el retiro de la vida política de Jean-Marie Le Pen, de 86 años y que desde hace más de 60 años participa de la política francesa.
Sin embargo, el octogenario Le Pen profundizó la larga disputa familiar al volver a criticar ayer a su partido y a su hija. “La señora Le Pen está provocando la explosión. Tenía la posibilidad de tener resultados ganadores y se crea por sí sola enormes dificultades con el fundador de su partido que, además, es su padre”, afirmó el político ante la prensa.
La última polémica de Jean-Marie Le Pen, quien tiene condenas por negación del Holocausto, antisemitismo y xenofobia, tuvo lugar hace tres días, al ser publicadas unas declaraciones a la revista Rivarol en las que repitió que las cámaras de gas usadas por los nazis contra los judíos “son un detalle de la historia”.
En la misma entrevista, el anciano líder político, de 86 años, dijo que se consideraba “traicionado por los suyos”, atacó al primer ministro Manuel Valls, de origen español, por ser “un inmigrante” y llamó a “defender al mundo blanco”.
El jueves, Marine Le Pen afirmó que en la reunión del comité político del FN del 17 de abril se opondrá a que su padre sea candidato como cabeza de lista de la formación ultraderechista en las elecciones de diciembre en la región de Provenza Alpes Costa Azul, al sur de Francia, y se dijo dispuesta a abrir un proceso disciplinario contra el fundador del FN.
Según Marine Le Pen, su padre debe “demostrar sabiduría, acopiar las consecuencias del malestar que causaron sus declaraciones y poner fin a su responsabilidad política”.
Lejos de amedrentarse, el veterano Jean-Marie Le Pen subrayó ayer que “iré a defenderme, obviamente, pero también a atacar”.
