El Día Mundial de la Hipertensión se recuerda el 17 de mayo. Promueve la concientización y los esfuerzos para prevenir, diagnosticar y controlar esta enfermedad.
La hipertensión arterial constituye el principal factor de riesgo para padecer enfermedades cardiovasculares, siendo responsable del 45% de los infartos y el 51% de los ataques cerebrovasculares.
Con respecto al contexto actual de cuarentena, numerosos centros de atención especializada han alertado que la pandemia de COVID-19 no debe ser un impedimento para la consulta por síntomas relacionados a estas patologías. La demora en estas consultas ha producido complicaciones en estas enfermedades por falta de atención inmediata.
Para ayudar en la prevención, el Ministerio de Salud de la Nación recuerda que es fundamental reducir la ingesta diaria de sal, considerado el principal agravante de esta enfermedad. En Argentina, el consumo diario de sal por persona en promedio es de 11 gramos, mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un consumo máximo de 5 gramos diarios.
Hay dos recomendaciones fundamentales:
- Comer frutas, vegetales, granos enteros y lácteos bajos en grasas
- Disminuir el consumo de grasas y reducir la ingesta de sal en la alimentación, quitando el salero de la mesa, cocinando con menos sal y reduciendo el consumo de alimentos procesados.
Estadísticas y legislación
En Argentina, 8 de cada 10 adultos se realizan controles de presión arterial. Entre ellos, el 34 por ciento presenta presión arterial elevada. Sin embargo, solo el 58 por ciento se encuentra realizando un tratamiento.
Por otra parte, Argentina cuenta con una Ley de Regulación del Consumo de Sodio que plantea la reducción progresiva de la sal contenida en los alimentos procesados hasta alcanzar los valores máximos en cada grupo alimentario, fijados por la cartera sanitaria nacional.
En el marco de esta iniciativa y en coordinación con la Federación Argentina de la Industria del Pan y Afines (FAIPA) y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), se realizan acciones con panaderías artesanales para que produzcan pan con menos sal, lo que permitió la reducción de un 25 por ciento de sal en el pan elaborado en más de 9.000 panaderías del país.
Fuente: Consenso Salud