Los médicos del hospital Lagomaggiore, la principal maternidad pública de la provincia, se muestran preocupados por la proporción de niños que nacen con rastros de sustancias psicoactivas pero fundamentalmente por las consecuencias que esto tendrá en los niños.
Del total de nacimientos que se produjeron durante 2018 en el nosocomio de la Sexta Sección, 3,7% tuvieron como protagonistas a bebés que dieron positivo en el dosaje para detectar cocaína, marihuana y benzodiazepinas. Los especialistas subrayan que la mayoría corresponden a la primera droga.
En tanto, de los pequeños que ingresaron al servicio de Neonatología con alguna complicación, 17% se encontraba en esta condición. Es que estos niños pueden presentar en principio un síndrome de abstinencia pero además otras complicaciones asociadas a su desarrollo cognitivo. Estas pueden aparecer en lo inmediato o estar asociados al desarrollo neurobiológico y afectar su crecimiento y actividad cerebral.
Los dosajes los realizan entre madres que presentan algún factor de riesgo que pueda hacer suponer el consumo de este tipo de sustancias. De las 895 evaluadas el año pasado 12,51% dio positivo.
Ayer, el área de Salud Mental del nosocomio realizó una jornada en la que los diversos servicios implicados relataron sus experiencias y mostraron datos.
Se manifiestan preocupados ya que según advierten hace unos años no se percibía tanto esta realidad, probablemente en parte porque era menos visible. Vale señalar que en el hospital Lagomaggiore comenzaron a tomar datos al respecto en 2016 y a sistematizarlos en 2017.
El director de Toxicología de la provincia, Sergio Saracco, dijo que si bien son datos del Lagomaggiore estos pueden ser representativos de todo el sistema de salud ya que están en consonancia incluso con la información que existe a nivel nacional.
Asimismo, el especialista aclaró que estos consumos se dan en todos los segmentos socioeconómicos y que durante el embarazo no deberían existir.
Daño irreparable
El consumo de sustancias psicoactivas de manera reiterada produce daños irreversibles en los consumidores, pero en el caso de los recién nacidos, por haber sido expuestos durante la gestación estos son más profundos. Algunos niños presentan síntomas inmediatos pero quienes no lo hacen no están exentos de presentar efectos en el futuro.
La psiquiatra Celia del Canto y jefa del servicio de Salud Mental subrayó que el consumo daña la corteza prefrontal y que cuando esto sucede resulta muy difícil dejar el consumo. Esta es el área asociada a los valores y por ello también tiene consecuencias en la vinculación con los demás y en particular con sus hijos.
Profesionales del área de Trabajo Social relataron que a veces las mamás no regresan por mucho tiempo a ver sus hijos que quedan internados.
En tanto, Sergio Saracco destacó que son daños que produce en general el consumo de sustancias y que llevan a la despersonalización, sensación de omnipotencia, egocentrismo y egoísmo. Esto no es un efecto inmediato sino que lo ocasiona el consumo sostenido.
"En el caso del niño, queda marcado de por vida porque afecta su neurodesarrollo", subrayó el titular de Toxicología. Esto impactará entre otras áreas en su desempeño académico por lo que asoció esto a las dificultades para comprender textos y cálculos y en definitiva al fracaso escolar, que estimó empeorará en los próximos años por esta causa.
Se llega tarde
Los médicos advierten que estos consumos durante el embarazo se producen mayormente por desconocimiento.
"A veces no están bien informadas sobre el impacto que tiene en el bebé (…) y esto no tiene nada que ver con el nivel educativo", dijo la licenciada en Minoridad y Familia, Belén Castro.
Pero por otra parte sostienen que si no están ya muy afectadas, cuando se les explica adhieren a un tratamiento para dejar el consumo.
Los casos son detectados cuando estas mujeres llegan al hospital, generalmente para parir y ocasionalmente antes. Para ese entonces el daño ya está hecho, porque que el niño se formó afectado por las sustancias.
Es lo que advirtió el jefe del Departamento de Perinatología, Ernesto Olcese, quien dijo que en lo que hay que hacer hincapié es en el control perinatal apuntando particularmente a iniciarlo en el primer trimestre de la gestación.
Además, “una parte de los profesionales de la salud no hace lo que debe hacer también por desconocimiento”, advirtió.
En este sentido, Olcese destacó la falta de articulación entre la atención primaria y los hospitales.
Por ello, el doctor Saracco señaló que lo que se hace en el hospital es un "trabajo de bombero" pero que se debe llegar antes.
Cocaína para la depresión
Quienes realizan las detecciones aseguran que en casi la totalidad se trata de cocaína. Para la psiquiatra Celia Del Canto esto tiene una explicación: "Estas personas están deprimidas y la cocaína es un antidepresivo". Esto sustentaría la elección en contraposición a la marihuana que es un ansiolítico. De algún modo también es la explicación para la elección del consumo de paco (hecho con pasta base de cocaína) en algunos sectores.
Cambios epigenéticos por consumo
Los daños para las generaciones futuras son unas de las principales preocupaciones de los profesionales que viven a diario la realidad de bebés nacidos de madres consumidoras de sustancias psicoactivas.
Es que preocupan los cambios epigenéticos que se producen como consecuencia, aquellos que quedan en el ADN y que se heredarán a los hijos de estos niños. El impacto para las generaciones futuras es irreversible y afectará su desarrollo cerebral, los limitará en sus habilidades y el aprendizaje, condicionará su trayectoria académica y limitará de esta manera las posibilidades para toda su vida.