Pese a que el nivel de despachos que venía en picada se amesetó en junio, la foto muestra que la tendencia a la importación de volúmenes, aunque registra una desaceleración, no cede en lo que va de 2017. Con los más de 30 mil hectólitros ingresados al país en junio, mayormente a granel y desde Chile, al cabo del primer semestre de 2017 las compras en el exterior totalizan 559.169 -según el INV-, esto es, más de la mitad de lo que los consumidores argentinos de vino demandan mensualmente hoy.
La últimas estadísticas del INV muestran que en el sexto mes del año los despachos al mercado interno repuntaron 11,9%, y también mejoraron las exportaciones (13,7%). Lo suficiente para aminorar pero no frenar el ritmo de caída, que en la primera mitad del año alcanzó -5,5% en el mercado nacional, y -6,3% en salidas al exterior.
Así, de los casi 4,2 millones de hectólitros de vino comercializados a nivel nacional surge entonces que más del 13% no fue elaborado en el país. Una relación incluso algo superior a la que había en 2016.
Aunque es algo inferior a la del semestre, junio confirmó esa realidad. Teniendo en cuenta que de las bodegas salieron a distribución 840.891 hectólitros el mes pasado, significa que alrededor del 4% de ese volúmen no fue vino elaborado en el país.
El grueso fue a granel (29668 hectólitros) y poco más de mil corresponde a fraccionado, muy lejos de los 67 que, de acuerdo al INV, se trajo del exterior.
En el origen no hay cambios. De acuerdo al registro oficial del INV, un 95% del vino a granel ingresó procedente de Chile y fue de tipo genérico.
El 5% restante llegó en containers que "cruzaron el charco". Dentro de esa cuota predomina el vino español, y en una proporción menor el proveniente de Sudáfrica.
Preocupación
Un panorama comercial parece un deja vu 2016 y hasta Came (Cámara Argentina de la Mediana Empresa) recogió el guante en defensa de la economía regional frente a la movida importadora que ya venía dándose fuerte desde el año pasado, y que en toneladas fue 97% superior a 2016 hasta mayo (49.639).
"Cada litro de vino que ingresa para el consumo interno es un litro menos que el productor local comercializa en el mercado interno o externo", advierte el presidente de la Comisión de Economías Regionales, Raúl Robín.
El análisis de la Cámara se apoya en la suba de costos de producción dolarizados. Pero también en "las asimetrías macroeconómicas respecto a otros países de la región, la presión tributaria y los costos ocultos que el sector productivo, industrial y comercial afronta desde hace varios años". Si algo parece un calco de la temporada anterior es que los grandes tenedores constituyen el motor de las importaciones. Aunque no tanto el último mes, uno de los que habría traccionado fue Peñaflor, con alrededor de 20 millones de litros.
Tanto desde grupo Esmeralda como de RPB no hubo respuesta. Por su parte, Fecovita busca por estos días abastecerse con sus cooperativas, no sin otear con cierta cautela el horizonte.
Según el gerente financiero Marcelo Federici "venimos de un primer trimestre muy complicado, sobre todo por una suba muy fuerte de precios irreales por la uva ante lo cual el mercado reaccionó rápido. La liberación blanquéo un poco los stocks postcosecha ante la retracción del mercado, y ahora se fijan valores ciertos y no expectativas".
Los principales operadores del mercado asumen que el panorama va a estar marcado por un stock alto de tintos. Y pese a que esperan medidas para una recuperación, no son optimistas: saben que volver a los índices positivos de despachos y exportaciones ahora también depende de que repunte el poder adquisitivo de ciertos segmentos de consumo.
Con todo, Robín solicitó la intervención del Gobierno, "a través de la Secretaría de Comercio para ponerle un freno a la situación".
Efecto liberación y dólar
Por ahora la incógnita es saber cuál será el comportamiento del mercado trasladista y fraccionador durante el segundo semestre. En tanto, el volúmen importado cedió un poco los 2 últimos meses; desde el INV lo explican en la la liberación del vino nuevo parece suavizar la curva.
Por otra parte, un dólar fortalecido hace menos conveniente inyectar vino extranjero: por caso, las ofertas de grupos vitivinícolas trasandinos empezaron el ciclo con u$s 0,65 por litro de tinto genérico más flete.
Por ahora, el contraste juega a favor del mercado local, donde hay ofertas de hasta $ 11,50 el litro que los compradores se apuran a cerrar. Saben que, a diferencia de 2016, todavía no hay retención ni trasladistas "sentados" sobre el vino disponible.
"Hay oferta fluída y no vemos que la cotización de la materia prima termine trasladándose al vino básico. De hecho, hay firmas que empezaron a renegociar con los productores", describe Federici.
Prima la racionalidad, dicen. Más adelante, nadie puede garantizarlo. ¿Quién ganará en la puja dólar-trasladistas? Por quién se van a inclinar las bodegas?.
Con el impuesto subió el tinto genérico y se protegió a los productores vitivinícolas
El Gobierno relativiza el impacto de la importación al considerar que estaba dentro de las previsiones. "Es esperable y lógico que se importe vino en años de cosechas bajas como también pasó en 2009 y 2012.
Aumentamos dos puntos Ingresos Brutos para desalentarlo, pero se vió que desde marzo no se había logrado eso dada la falta de vino tinto genérico, que desde diciembre proyectaba stock negativo al momento de la liberación en una industria que necesita planificar con al menos tres meses de existencias", analizó el jefe de Gabinete del Ministerio de Economía y referente en temas vitivinícolas, Alfredo Aciar.
En base a la estadística del INV, la previsión de ingreso de hasta 60 millones de litros se sostiene en una campaña que empezó con escasez: 200 millones disponibles desde diciembre, lo que a un ritmo de 50 millones de despachos mensuales dejaría stocks "cortos" hasta la liberación 2017.
Según Aciar, más allá de lo importado, la sobretasa hizo que el precio local del tinto genérico trepara de $11 a $12 "lo cual implica $400 millones más para el sector primario, que no es poco".
"La pregunta es ¿qué habría pasado si no se importaba? El precio podría haber llegado a $ 16, lo que trasladado a la góndola hubiera provocado una caída mucho mayor a la que hubo en la demanda.Y en economía es inevitable: lo que no se ajusta por precio ajusta por cantidad, y no podemos darnos ese lujo", añadió. Con todo, el discurso oficial apuntala que la retracción insinuada hasta mayo se confirmará con apenas 1 millón para cerrar julio y así llegar a agosto a importaciones 0. Si bien desde el Ejecutivo asumen que en adelante no habrá quiebres de stocks, resta dilucidar qué harán los trasladistas en un mercado que mueve alrededor de 400 millones de litros. Y monitorear la evolución del tipo de cambio. Para el funcionario, "el dólar va a jugar a favor de los productores, seguramente, más allá de que habrá vino".
Alfredo Cornejo - Gobernador de Mendoza: "Defienden el interés particular y no el general"
“Estoy molesto con algunos dirigentes vitivinícolas que fueron a una reunión con el Ministro de Agroindustria, le hablaron del rumor sobre el impuesto al vino que había. Buryaile lo desmintió y lo siguieron informando y obligaron a que el gobierno nacional tuviera que desmentir algo que nunca existió”, dijo el jueves el gobernador Alfredo Cornejo.
“Tengo identificados quienes son. Con el gobierno de Pérez se quedaban callados y con Cristina también con todas las atrocidades que hicieron. Ahora hay autoridad política y sé quiénes lanzaron el rumor. A varios de ellos son los que defendí para mejorar el precio del vino y ahora intentan importar vino. Recurren al Estado cuando están en problemas y el interés particular siempre prima por el general para ellos y yo defiendo el interés general”, agregó.
“Lo mismo Coviar. Se quejan del aumento de tarifas y subieron un 36% la tasa que le cobran a los productores”, concluyó.
