El 10% de los argentinos puede sufrir de cálculos renales

Los tratamientos actuales para la litiasis son poco invasivos, ambulatorios, con una rápida recuperación y excelentes resultados.

El 10% de los argentinos puede sufrir de cálculos renales

Lo que popularmente se conoce como "piedras en los riñones" se llama médicamente litiasis renal, urolitiasis o nefrolitiasis. Esta enfermedad se caracteriza por la formación de cálculos en el riñón (en las vías urinarias, uréteres o vejiga), a partir de la combinación de componentes presentes en la orina (calcio, ácido úrico, magnesio, entre otras), con otras sustancias.

La litiasis es una afección mucho más común de lo que se piensa. Tanto es así que en Argentina, casi dos millones de personas padecen cálculos renales, mientras que alrededor de un 10 por ciento de la población tiene riesgos de sufrirlos en algún momento de su vida.

Además, “se estima que una vez que se forma un cálculo, se duplica la probabilidad de que se forme otro en el transcurso de los siguientes 5 ó 10 años”, asegura el doctor Joaquín Silva, director de Uroclínica, centro médico especializado en enfermedades urológicas.

Ante el menor síntoma

De acuerdo a su tamaño, composición y ubicación, los cálculos pueden pasar desapercibidos por ser pequeños. Pero otros mostrarán su presencia a través de los siguientes síntomas:

Cólico nefrítico: cuando sale del riñón, el cálculo tapa la salida de orina, provocando un intenso dolor en la zona renal-lumbar o espalda baja. También el malestar se percibe en el abdomen anterior y los genitales. El dolor puede estar acompañado de náuseas, vómitos, sudoración y sensación de hinchazón abdominal. Por lo general, no hay fiebre.
Dolor lumbar: es un dolor persistente y más solapado en la espalda.
Hematuria: es la aparición de sangre en la orina, que puede ser perceptible a simple vista o sólo en forma microscópica. La sangre se debe a las lesiones que produce el cálculo en su paso por las estructuras del riñón.
Infecciones de orina: algunos cálculos sólo se descubren por infecciones frecuentes de la orina.

"Para diagnosticar una litiasis se requieren análisis de orina, radiografías simples, ecografías, tomografía helicoidal con o sin contraste, que nos permiten conocer cuál es la situación, el tamaño de los cálculos y  la posible existencia de enfermedades que se asocien a la formación de las piedras”, explica el doctor Silva.

¿Sale solo o con ayuda?

“En un 50% de los casos, el cálculo se expulsa antes de los 15 días, y en la mayoría antes de los 2 meses”, señala el especialista de Uroclínica. Sin embargo, cuando la piedra no se elimina espontáneamente se requieren otros procedimientos para eliminarla.

Uroclínica cuenta con una tecnología de avanzada para el tratamiento de la litiasis. Se trata de una aparatología cuyo revolucionario método, “permite romper los cálculos en cualquier sector del árbol urinario dada su gran flexibilidad, sumado a que con este procedimiento no quedan residuos en el organismo porque pulveriza las ‘piedras’ y las extrae inmediatamente”, puntualizó Gustavo Silva, jefe de Cirugía de Uroclínica. Otra ventaja de este tipo de intervención es que resulta menos invasiva para los pacientes; se trata de un procedimiento ambulatorio, con una recuperación mucho más rápida y resultados altamente satisfactorios.

Siempre es mejor prevenir

Si bien no es posible decir que la litiasis es prevenible, existen ciertos factores que pueden disminuir su gravedad y las recomendaciones están asociadas a la dieta y los hábitos de vida.

Desde Uroclínica aconsejan ingerir diariamente 3 litros de líquido, en especial agua; mantener una alimentación equilibrada y variada; evitar las infecciones urinarias y si aparecen, tratarlas con un urólogo.

Tecnología que revoluciona los tratamientos

Uroclínica adquirió recientemente un Ureterorrenoscopio Flexible Karl Storz, que permite tratar las piedras del árbol urinario alto, ósea uréter proximal y cálices renales, los cuales son inaccesibles por otros métodos. “Este equipamiento de avanzada se destaca por su excepcional calidad de imagen y garantiza un mejor manejo, gracias a su gran resistencia a la torsión y movilidad”, explicó el urólogo Eduardo Rovere, especialista de Uroclínica, quien ya realizó una primera intervención con esta tecnología.

Uno de sus usos principales es el tratamiento de la litiasis. “El ureterorrenoscopio permite la fragmentación y extracción de los cálculos, sin realizar incisiones quirúrgicas, ya que se trabaja por los conductos urinarios naturales”, añadió el médico de Uroclínica. Además, este equipo de última generación, “permite el diagnóstico y tratamiento de tumores de la vía urinaria alta y se puede utilizar también como método complementario en el diagnóstico de hematurias (sangrado de la vía urinaria) sin causas aparentes”, concluyó Rovere.

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