El Ejército mexicano y miembros de autodefensas sostuvieron ayer un enfrentamiento con al menos un muerto cuando soldados trataron de desarmar a estas milicias, que se niegan a abandonar su lucha armada contra un cártel narcotraficante.
Un vocero de las autodefensas, grupos provenientes de comunidades de la región de Michoacán alzados en armas contra el cártel Los Caballeros Templarios, dijo que militares dispararon contra civiles y mataron a cuatro personas cuando trataban de desarmar a unos miembros de autodefensa que montaban guardia en la comunidad de Cuatro Caminos (Michoacán).
Esta información no fue confirmada por las autoridades federales, que se remiten a una próxima rueda de prensa, mientras que la fiscalía de Michoacán confirmó que al menos una persona murió por heridas de bala en ese incidente.
Periodistas en el lugar asistieron al velorio de uno de los jóvenes reportados como muertos.
"Estábamos reunidos porque pedíamos paz y seguridad (...) El Ejército se debe medir", dijo Juana Pérez, madre del fallecido Rodrigo Benítez, de 25 años, que vive en una diminuta choza de madera y suelo de tierra.
"Mi hijo no era autodefensa pero había acudido a apoyar a vecinos del pueblo en la confrontación con el Ejército y murió por una bala perdida", relató conmocionada esta madre de nueve hijos, que rompía en un doloroso llanto frente al ataúd de su hijo.
El enfrentamiento ocurrió en la madrugada de ayer, cuando un convoy de militares irrumpió en Cuatro Caminos para desarmar al grupo de milicianos que el fin de semana se hizo con el control de esa zona, en el marco de su ofensiva para expulsar de la región a los Templarios, explicó el vocero de las autodefensas, Estanislao Beltrán.
Pobladores de Cuatro Caminos salieron de sus casas a exigir a los militares que devolvieran las armas a las autodefensas y bloquearon la carretera para que la caravana no pudiera partir.
En la reyerta "un soldado disparó" y mató a cuatro personas, entre ellas un miembro de autodefensas y una niña de 11 años, dijo Beltrán.
El fiscal general, Jesús Murillo Karam, únicamente confirmó que al menos hubo un enfrentamiento entre fuerzas de seguridad y las autodefensas, aunque no precisó si hubo fallecidos.
La tensión por la campaña de inicio de desarme se extendió a otros puntos de Tierra Caliente. Un centenar de milicianos armados retuvo por cuatro horas a unos 50 militares que patrullaban por la comunidad de Buenavista, constataron los periodistas.
Tras unas tensas negociaciones, durante las cuales helicópteros militares sobrevolaron el área, las autodefensas permitieron la salida de los soldados con la condición de que no regresen en tres días, dijo una vocera de la milicia que se presenta con el apodo de Comandante Viejona.
El inicio de la ofensiva
El gobierno mexicano anunció ayer que asumía el control de la seguridad en la región michoacana de Tierra Caliente y exigió a las autodefensas que cesaran su ofensiva contra los Caballero Templarios, abandonaran los pueblos que han venido tomando y entregaran las armas.
Michoacán se ha convertido en el mayor desafío para la estrategia de seguridad del presidente Enrique Peña Nieto (2012-2018) desde que hace casi un año empezaron a surgir en varias comunidades las autodefensas, grupos de vecinos que se levantaron en armas para protegerse de las extorsiones, secuestros y asesinatos a los que les someten desde hace años los Caballeros Templarios, a los que creen coludidos con las autoridades locales.
El gobierno advirtió el lunes que no iba a permitir que las autodefensas sigan empleando armas de alto poder no autorizadas por ley, pero las autodefensas se resisten a entregarlas.
Beltrán aseguró que su movimiento "jamás va a dejar las armas" antes de que sean detenidos los principales jefes de los Templarios, que están liderados por el ex maestro de primaria Servando Gómez "La Tuta".
El origen de las armas
El despliegue en Tierra Caliente llega cuando el gobierno había recibido fuertes críticas por permitir que las autodefensas se hicieran con el poder en comunidades de una veintena de municipios de Michoacán y cercaran la ciudad de Apatzingán (unos 120.000 habitantes), el gran feudo de los Caballeros Templarios.
El fiscal Murillo Karam llamó a los integrantes de autodefensas "de buena fe" a que les permitan garantizar la seguridad de la zona, donde hay varios miles de uniformados desplegados.
Pero también precisó que tienen información de que algunos de estos grupos han recibido "algún patrocinio" por parte del narcotráfico.