La paciencia es algo que debe acompañar inexorablemente a los goleadores cuando las fechas pasan y los goles se hacen desear. El primer grito de Eial Strahman con la camiseta de Independiente Rivadavia era algo que brillaba por su ausencia.
Precedido por los pergaminos de una trayectoria de casi trece años y una parva de goles convertidos en 13 temporadas en diferentes clubes de Argentina y Sudamérica. Pero el momento sublime de su primer grito de gol en la Lepra llegó.
33 minutos marcaba el reloj cuando recibió un balón volcado sobre la izquierda y él, con la sabiduría de los goleadores, amacó el cuerpo para su zurda y sacó un latigazo cruzado y bajo que dejó sin respuestas al arquero de Ferro, Andrés Bailo.
Fue el gol del alivio y la tranquilidad para los hinchas de Independiente que, tras varios fines de semana a puro dolor de cabeza, disfrutaron de una despedida de año con una sonrisa de oreja a oreja.
“Era importante regalarle una victoria a la gente en el último partido de local en el año, que lo venía necesitando y por eso nos vamos contentos nosotros. Pero como te dije recién, ya está. Lo disfrutamos un par de días y ya hay que pensar en Aldosivi”, contó el goleador tras el juego.
Strahman tiene doble nacionalidad (argentina e israelí) y en 2009 fue llamado para jugar en la Selección sub-21 de Israel. Sin embargo, en aquella ocasión no fue liberado por su club , por cuestiones deportivas.
-¿Qué pasa por la cabeza de un jugador cuando se va un entrenador y el equipo cambia tanto como el otro día en Adrogué y el viernes ante Ferro?
-En realidad no tiene que ver con la salida del entrenador, son momentos anímicos. Es cierto que la salida de un técnico por lo general renueva los aires, descomprime, pero no tiene que ver con el trabajo que hizo Pepe (Romero), que hizo un buen trabajo pero lamentablemente no se dieron los resultados.
-¿Es importante que siga alguien de su riñón como Pablo De Muner?
-Totalmente. Tanto la dirigencia como el equipo lo respaldaron y hoy regalarle este triunfo es muy importante.
-¿Estabas ansioso por convertir tu primer gol con la camiseta de Independiente?
-Estaba tranquilo porque sabía que en algún momento se iba a dar. A los delantero se los juzga por los goles. Soy un jugador sacrificado que nunca va a dejar de correr, pero a la hora de mirar los números, si no hago goles, no sirve. Entonces me pone muy contento y ojalá sea el arranque de muchos goles más.
-En el segundo tiempo el equipo retrocedió notablemente. ¿Te sentiste un poco solo?
-Sí, pero era algo que habíamos hablado con Pablo (De Muner) en el entretiempo y podía estar esa posibilidad, creo que es lo que el equipo necesitaba porque hacía varios partidos que no estábamos arriba en el marcador y lo teníamos que defender a toda costa. Y si bien yo empecé a correr solo, que es un sacrificio que lo puedo hacer tranquilamente, creo que encontramos mucho más equilibrio, ellos dejaron de generar situaciones de gol y a la hora de tener la pelota fuimos un poco más claros. Entonces, me pareció un cambio acertado.
-¿Lo mejor del equipo fue el orden táctico que mostraron?
-Sí, y creo que eso tiene que ver con esto que te decía que los resultados no se venían dando. Si nosotros empezamos a ganar vamos a empezar a encontrar otra tranquilidad y confianza para, a pesar de estar arriba en el marcador, seguir buscando. Esta vez estábamos con el marcador a nuestro favor y lo queríamos cuidar a toda costa. Por suerte se hizo un partido inteligente y salió bien.
El delantero jugó en: Talleres, Vélez, River, Emelec, Instituto, Argentinos Juniors, Emelec (Ecuador), Ferro, Leones Negros (México), Mérida de España, Olimpo de Bahía Blanca e Independiente Rivadavia.
-¿En el gol pensaste en pegarle el latigazo seco y cruzado desde el momento en el que recibiste?
-Siempre uno ve alternativas, pero como '9' cuando te queda una tratás de buscar el arco. Por suerte la pelota entró. Yo sabía que viendo al arquero como estaba posicionado sabía que si la pelota no rebotaba en el defensor había grandes chances de que sea gol, había que acertarle al arco porque el arquero estaba muy tirado sobre el primer palo.
-¿Qué fue lo primero que les dijo Pablo (De Muner) cuando entraron al vestuario después del partido?
-Lo que creemos todos, que nos los merecíamos, que fue un partido inteligente y positivo en muchos aspecto, pero que hay que seguir trabajando porque falta mucho.
-¿Y en lo anímico cuánto suma este resultado?
-Muchísimo porque queremos hacer un cierre de torneo mucho mejor de lo que fue el transcurso. Queda un partido más, ojalá consigamos otra victoria y podamos estar un poco más holgados en el promedio, dejar de mirar para abajo y pensar en otra cosa.
-¿Viene bien la fecha libre para seguir trabajando?
-Sí, yo en lo personal prefiero jugar siempre, los parates no me gustan. Es cierto que si da tiempo de trabajo y es algo que al equipo nunca le viene mal.
