Los chicos sólo quieren divertirse y pasarla bien. Pero cuando de su fiesta de egresados se trata, le ponen mucha atención a su vestimenta. Por eso, son ellos mismos los encargados de recorrer cuanto local de trajes o vestidos haya para asegurarse que la elección será la correcta, aunque el visto bueno generalmente lo den los padres.
Si bien esta fecha siempre estuvo relacionada con un look más formal, hoy el mercado ofrece las más variadas prendas y de todos los precios. Desde un traje completo y corbata de seda hasta un saco con vistas de tafetán que se combina con zapatillas y remera, en el caso de ellos. Para ellas la decisión está entre el largo y el corto, pero siempre con mucho brillo.
"Yo buscaba un vestido soñado porque es una fecha muy importante, como los 15 o el casamiento. Terminé eligiendo uno corto en blanco y negro", narró Valentina Quirino, del colegio San Pedro Nolasco.
Su amiga, en cambio, optó por uno largo con corte sirena: "Estaba buscando algo con detalles", precisó ella, Gabriela Zárate, a la vez que adelantó que entre sus compañeras se repartieron los colores para no repetir y que los pensaron para que combinen con las corbatas de sus compañeros.
Por otro lado, Fernanda Molina y Ariadna Testino, del colegio de Bellas Artes, comentaron que quedaron todas de acuerdo para que el vestido fuera corto: "Nos gusta más y nos parece más sexy".
Gustavo Biancorosso, quien también concurre a esa institución, aseveró que se usa mucho el traje con las zapatillas: "Con unas buenas John Foos blancas queda muy bien".
Sin embargo, algunos alumnos del último año del Martín Zapata siguen eligiendo la formalidad: "Me voy a comprar un buen ambo y unos buenos zapatos, para que me queden. Las zapatillas pueden ser pero sólo para el baile", opinó Rodrigo, a quien se le sumó Ignacio: "Mi mamá me mata si no me pongo camisa".
Elegante sport
Las casas de vestimenta para varón han estado recibiendo consultas sobre los trajes para los egresados desde hace más de dos meses y algunas tienen ofertas especiales para ellos.
"Se pueden llevar un ambo, una camisa y una corbata por $ 699", manifestó Rodrigo, de Britches.
Según explicó, lo que más "sale" es el ambo tropical (con tela de polyester), los sacos desestructurados (con vistas de tafetán) y los sacos blancos para los más "transgresores".
Con respecto a las ventas contó que están siendo muy buenas: "Antes se alquilaba más, porque no habían alternativas tan económicas".
Sergio, de Fabrizzi, ha ido notando con el paso del tiempo una tendencia más hacia lo informal. "Se llevan trajes de fantasía (con estampado) y hasta algunos optan por la remera antes que la camisa. Hay una apertura a lo nuevo".
Sin embargo, Oscar Riera, encargado de Canotier, aseguró que el traje clásico siempre sigue vigente pero con corte italiano -más entallado- y que muchos buscan detalles para destacarse: "El pochette (pañuelo de bolsillo) combinado con una corbata tipo slim (angosta) es un detalle fino y elegante que marca tendencia". En ese caso los precios arrancan desde los $ 2.000.
Brillos y colores
En el caso de las damas, la búsqueda de la mayoría comenzó en marzo, aunque siempre están las que llegan a último momento.
"Hoy vendí un vestido para esta noche. Las chicas buscan mucho precio, pero al final se terminan gastando más en los zapatos", dijo Mónica, de Daniela Cardone.
Por otro lado, Silvana, vendedora de la tienda de indumentaria femenina Charlotte, enumeró lo que más se vende: "La mendocina elige ajustado y con algunos brillos que es una tendencia que viene desde el otoño invierno". En esa casa ofrecen vestidos desde $ 550 a $ 1.750.
Con respecto a los colores, señaló que vienen en los más variados tonos, aunque descarta los flúor que hacen furor en la temporada: "En general el flúor está asociado a eventos más informales".
Sin embargo, para Sabrina Vázquez, de la casa Juana Franco, ubicada en la galería Piazza, no hay una tendencia marcada: "Hay tantas opciones que pueden llevarse lo que quieran; sale tanto el largo como el corto".