Ayer al aterdecer, unos 1.500 jóvenes y otro millar de niños recibieron sus buzos de promoción 2019 en el Parque de la Familia. Se trata de una iniciativa de la Municipalidad de Las Heras que forma parte de Yo Amo Mi Escuela, programa anual educativo que propone desarrollar durante el año proyectos solidarios, ecológicos o comunitarios de impacto para su entorno social. Así, todos los chicos, sin distinción de colegios públicos o privados, lucen iguales tras haber presentado estos proyectos en sus establecimientos.
En total, 28 escuelas secundarias y 56 primarias –públicas y privadas- de todo el departamento de Las Heras recibieron su característico abrigo (rojo para los de quinto y sexto año y azul para los de séptimo grado, todos con capucha blanca) con el nombre de cada uno y el colegio al que pertenecen, en un encuentro que los integró, unió y conectó entre ellos.
“Es una forma también de igualar, que no haya distinción de escuelas y que ningún chico se quede sin su buzo. A cambio, ellos ofrecen interesantísimas propuestas solidarias, de ayuda y de aporte al medio ambiente también”, destacó el intendente Daniel Orozco, presente en ambas entregas. Y se refería, por ejemplo, a un curso que creó juegos didácticos infantiles a partir de juntar envases de plástico.
Las tres primarias y la secundaria del distrito de Uspallata y Alta Montaña, por su parte, tendrán su evento la semana próxima. Así como varias de las escuelas de nivel inicial lasherinas, que no pudieron asistir a la entrega de buzos.
Para los adolescentes cerró la fiesta al caer la noche del jueves el grupo de cumbia La Grossa, mientras que los niños esta mañana "se prendieron" a divertidos juegos con pelotas gigantes. El anfiteatro del Parque de la Familia fue epicentro del baile y los cánticos de los chicos, mientras disfrutaron todos de un chocolate caliente.
Juntos, con las energías de compartir y hacer nuevos amigos, pasaron la tarde de ayer los estudiantes, dispuestos a llevarse un recuerdo más de esta gran etapa de sus vidas. A los tres cursos más alentadores y divertidos se les regaló, además, un viaje a Alta Montaña para cada uno. Lo mismo se realizó con los niños de séptimo, aunque para ellos se repartieron cinco pases.
Las canciones del momento lograron amenizar el frío, los pequeños y jóvenes saltaron, cantaron y bailaron a más no poder. Armaron, cada promoción 2019, una verdadera fiesta en comunidad junto a sus familiares y docentes, que no pararon de tomarles fotos.