No son actores, no se parecen a Mel Gibson pero fueron protagonistas en la nueva historia que está rodando en el rugby local y todo fue de puro “corazón”.
En un año donde los problemas políticos del rugby mendocino relegaron a un segundo plano el alma de este deporte, que es el propio juego, un puñado de jugadores del seleccionado de seven, que participó el fin de semana pasado en el torneo de la República, hicieron que nuestro juego salvara el año.
Pese a que no pudieron en la final, ante la potencia porteña, Mendoza contagió a todo el público presente por su entrega y calidad de juego. Sin dudas, también se sintieron campeones.
La historia comenzó el sábado muy temprano en Paraná. Los seleccionados de Buenos Aires, Córdoba, Rosario, Tucumán y Noreste no dejaban dudas de su poderío.
Mendoza, sin despertar demasiada expectativa entre los que saben de seven, pasaba inadvertida pero llegó el primer encuentro ante Formosa y con suma solidez y contundencia lo doblegó 31 a 12.
Posteriormente se presentó ante La Rioja y, sin respetar ninguno de sus errores, los chicos de Mendoza lo golearon 49 a 7. Disputado los dos encuentros ya se podía hablar de algunas figuras, como Miguel Ruiz, Manuel Díaz y Leo Speroni.