El final del superclásico repitió el festejo de Boca, porque lograba el empate 1 a 1 a siete minutos del final de un partido que River tenía para ganar y terminó cediendo por su actitud defensiva.
El Millonario se fue al descanso con la ventaja en el marcador tras un golazo convertido por Cambiasso, pero fue clave la gran actuación del arquero Córdoba, figura excluyente del partido para mantener el resultado cerrado.
Y en el segundo tiempo, con garra y vergüenza que suplieron la falta de fútbol, Boca se metió en el partido y terminó llevándose un justo empate, convertido por Walter Gaitán.