Luego de muchas idas y vueltas, el gran clásico del turf mendocino se celebraría un 2 de agosto.
El Culebrón que se vivió en ese momento tuvo como protagonistas a la dirigencia del Hipódromo de Mendoza y a sus pares del Instituto Provincial de Juegos y Casinos, dejando atrás lo que se pensó en un momento de que el retraso se debía al brote de gripe A.
La medida no hizo otra cosa que confirmar el error organizacional que se cometió sacando el Santo Patrono de su fecha histórica: 25 de julio.
La fecha conspiró contra las arcas de la actividad porque cuando fue la carrera, el público no acompañó en gran número.