El Fondo Monetario Internacional (FMI) realizó una actualización de la proyección sobre la economía mundial debido el fuerte impacto de la pandemia de Covid-19.
El organismo sostiene que “el gran confinamiento”, como llama a las implicancias del nuevo coronavirus, provocará una caída desconocida en la actividad global, muy superior a la de la crisis financiera de 2009 y al derrumbe económico de 1929, identificado como “la Gran Depresión”.
El pronóstico del FMI es crítico con la Argentina, pues prevé un retroceso de 5,7 por ciento, sólo superado por economías de escasa relevancia en el contexto internacional. Se sumarán así tres años de retroceso, luego de las caídas del producto interno bruto (PIB) de 2,6 por ciento en 2018 y de 2,2, en 2019.
La baja performance estará influenciada por factores internos, como una elevada inflación, la fuerte presión fiscal y un marcado aumento del desempleo, y por la menor demanda de los productos argentinos de parte de los principales compradores, esto es China, Brasil, Estados Unidos y Europa.
El diagnóstico del FMI es compartido por la mayoría de las consultoras y de los analistas locales, quienes conjeturan que los números de la depresión pueden ser aún peores.
Este cuadro agravará la situación social, ya que un mayor número de desocupados provocará un incremento de los niveles de pobreza, que a fines de 2019 afectaba a acarca de 16 millones de personas.
La inflación, que actúa como un elemento que ralentiza la marcha de la economía y empuja al empobrecimiento de la población, podría sufrir una mayor escalada en los próximos meses debido a la fuerte emisión de pesos que realiza el Banco Central para atender la demanda del Tesoro nacional. Esa asistencia rondó los 600 mil millones de pesos en marzo y podría incrementarse este mes.
Una suba de precios más alta que la estimada del 40 por ciento y la baja de la tasa de interés empujaron en los últimos días a ahorristas y a inversores a refugiarse en el dólar, que anotó una fuerte alza en su cotización en los mercados bursátiles superando los 110 pesos.
La Argentina necesita cerrar el acuerdo por la deuda para acudir al financiamiento externo y evitar una desenfrenada emisión de pesos.
La gran depresión que sufre la economía obliga a respuestas razonables del Gobierno y a una actitud de colaboración crítica de la oposición.
Los malos números exigen a todos ser cuidadosos en los actos y en las decisiones, para evitar un impacto negativo sobre la sociedad.
