Si el flamante jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, hubiera asistido la semana pasada a Agrotendencias 2013, quizás no repetiría tan suelto de cuerpo que la Argentina exportará productos por 94.000 millones de dólares en 2014, para saciar así su demanda de divisas.
El agro, principal actor a la hora de hablar de este tipo de metas, esta vez no parece estar en condiciones de hacer un gran aporte, sobre todo luego de años de sufrir las políticas antiexportadoras aplicadas por el ex secretario Guillermo Moreno.
En esa jornada, una especie de oráculo moderno de los agronegocios locales, se pasó revista a los principales productos que podrían sumar más rápido las divisas que tanto desvelan al ex gobernador chaqueño: carnes y granos. Salvo por la soja, el panorama no es para descorchar ni hacer grandes pronósticos por anticipado.
Gustavo López, de Agritrend, fue el encargado de evaluar qué pasará con "el yuyo". Para el ciclo 2013/14 espera exportaciones del complejo oleaginoso por 30.500 millones de dólares, contra 29.500 millones de la campaña anterior.
Pero el resultado sería más bien malo si se tiene en cuenta que en vez de 39 millones de toneladas quedará un saldo exportable de 48,5 millones, gracias a una cosecha mayor. La lectura clara es que López, como otros analistas, vaticinan una baja del precio internacional del principal producto de exportación. Una mala noticia para Capitanich.
El trigo y el maíz tampoco podrán mover los indicadores, al menos no en el corto plazo que imponen las urgencias del gobierno.
Por el manoseo de las exportaciones que desde 2006 protagonizó Moreno, la cosecha triguera volverá a ser una de las peores de la historia, y quedará un saldo exportable de tan sólo 3,5 millones de toneladas, de acuerdo con el experto Diego de la Puente, de Nóvitas. En maíz, espera una cosecha en descenso, de 26 a 21 millones de toneladas. Y los embarques retrocederían 27%.