Estados Unidos comenzaba a recuperarse ayer tras el paso de la potente tormenta “Snowzilla”, que dejó al menos 23 muertos y paralizó varias grandes ciudades, entre ellas Nueva York.
La tempestad, que alcanzó magnitudes históricas, cubrió de nieve el este del país el viernes y sábado, afectando a unos 85 millones de personas, la cuarta parte de la población del país.
“Esto fue una tormenta verdaderamente histórica y a pesar de que hemos hecho grandes avances todavía no hemos terminado el trabajo”, advirtió el gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo. “Los neoyorquinos todavía deben evitar viajes innecesarios. Se ruega tener cuidado, planificar con anticipación y mantenerse seguros”, añadió.
Al menos 23 personas fallecieron por la tormenta, según responsables locales. Cinco murieron en la región de Nueva York, seis en Carolina del Norte, cinco en Virginia y dos en Kentucky, y una en Maryland, Arkansas, Ohio, Delaware y Washington.
Muchos de los decesos se debieron a accidentes en carreteras pero también a paros cardíacos ocurridos durante los intentos de retirar la nieve.
Más de 11.000 vuelos fueron cancelados durante los tres días de tormenta en los diferentes aeropuertos de la zona afectada, según el sitio web especializado FlightAware.
Los meteorólogos dijeron que la tormenta -apodada “Snowzilla”, mezcla de “snow”, nieve en inglés, y el nombre del monstruo de cine “Godzilla”- dejó 56 centímetros de nieve en Washington.
Los 68 centímetros de nieve que cayeron en un día sobre el Central Park de Nueva York fueron la segunda mayor acumulación desde que comenzaron los registros en 1869.
Los récords de nevadas también casi fueron batidos en las ciudades Filadelfia y Baltimore. “Jonas”, nombre oficial de la tormenta, estuvo acompañada de rachas de viento de más de 80 km/h.
Los fuertes vientos hicieron temer inundaciones en diversas partes de la costa atlántica, según el Servicio Meteorológico Nacional.
Las calles en varias localidades costeras de Nueva Jersey quedaron cubiertas de agua y hielo.
Tras la feroz tempestad, la naturaleza ya parecía ser más indulgente este domingo, con pronósticos de sol y cielos azules que elevarían a 0º C la temperatura en Nueva York y en Washington.
En Broadway se retomaron los espectáculos y los museos de Nueva York volvieron a abrir sus puertas ayer, mientras se continuaba despejando las grandes avenidas de la metrópolis de nieve.
“Después de haber estado encerrados durante un par de días, es divertido”, dijo Laura Lorenzo de 33 años, que participo en una guerra de nieve inspirada en “Star Wars” en Washington.
En la capital estadounidense, el sistema de transporte de colectivos y subterráneo permanecerá cerrados al menos hasta esta noche.
A pesar de la mejora del tiempo, la situación de miles de pasajeros que se encontraron varados en los aeropuertos de la región tardará en mejorar.
Los dos aeropuertos de Washington permanecían cerrados ayer, aunque los tres de la región de Nueva York volvieron a abrir oficialmente y durante la mañana arribaron vuelos a los aeropuertos de John F. Kennedy y La Guardia.
También en Nueva York, las autoridades levantaron ayer por la mañana la prohibición de usar vehículos, mientras que en Nueva Jersey los transportes públicos, que habían sido suspendidos, volvieron a funcionar progresivamente. Durante toda la noche del sábado, un ejército de 2.500 camiones barrenieve limpiaba las calles de la ciudad. Pero temperaturas negativas, muy inferiores a las del sábado, endurecieron la nieve, dejaron hielo y dificultaron su limpieza.
“Las condiciones todavía son peligrosas para quienes quieren circular en la ciudad”, advirtió Kathryn Cargia, responsable del servicio de limpieza de la ciudad de Nueva York (DSNY), en el canal televisivo CNN.
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, hizo un llamado a todos los propietarios de vehículos estacionados en la calle, de esperar unos días antes de moverlos para facilitar la limpieza. En Nueva York las escuelas abrirán hoy mientras que permanecerán cerradas en Washington.