Estados Unidos llamó el lunes a israelíes y palestinos a negociar de “buena fe” para lograr un “compromiso razonable”, en las conversaciones de paz directas entre ambas partes que se reanudaron ayer después de estar congeladas desde hace tres años.
“Lo más difícil aún está por venir en estas negociaciones y espero que tanto israelíes como palestinos aborden estas negociaciones con buena fe, con determinación y un interés sostenido”, declaró el presidente Barack Obama en un comunicado.
“Este es un avance prometedor, aunque quedan grandes desafíos y duro trabajo por delante”, añadió.
Estados Unidos anunció el domingo que las primeras reuniones entre israelíes y palestinos para “retomar formalmente las negociaciones directas”.
“Estas conversaciones serán una ocasión de desarrollar un plan de trabajo que determinará cómo las partes procederán en las negociaciones en el curso de los próximos meses”, señaló el departamento de Estado.
Con su apuesta por una diplomacia discreta, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, arrancó la semana pasada, con motivo de su sexto viaje a la región, un acuerdo para la reanudación de las conversaciones congeladas desde setiembre de 2010.
Así, invitó personalmente al presidente de la Autoridad palestina, Mahmud Abbas, y al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a enviar a sus representantes a Washington.
Kerry reconoció ayer que el “proceso” será “difícil”, e instó a ambas partes a buscar un "compromiso razonable" para poner fin al conflicto.
Las dos partes accedieron a continuar las conversaciones por al menos nueve meses, según un comunicado del Departamento de Estado.
“Acordaron trabajar juntos a lo largo de ese tiempo”, dijo la portavoz Jen Pskai, aunque advirtió que no se trata de una fecha tope.
“Vamos a hacer todo lo posible por llegar a un acuerdo dentro de ese marco de tiempo, pero (...) no es una fecha límite”, dijo.
Las últimas negociaciones de paz fueron cortas debido a la decisión de Israel de continuar la colonización en Cisjordania y Jerusalén Este.
Esta vez, las negociaciones serán dirigidas por la ministra de Justicia Tzipi Livni por la parte israelí y por el negociador en jefe Saeb Erakat por parte palestina, con la presencia permanente de altos responsables estadounidenses.
Livni estará acompañada de Yitzhak Molcho, emisario personal de Netanyahu, según medios israelíes.
“Va a ser muy duro y problemático”, afirmó Livni a los reporteros tras una reunión con el líder de la ONU, Ban Ki-moon, y antes del inicio de la ronda. Aunque insistió en que son necesarias debido a las crecientes tensiones en Oriente Medio.
“Es un día muy especial”, declaró por su parte en Riga el presidente israelí, Shimon Peres. “Medio Oriente se encuentra en una situación tempestuosa. Esperamos que Oriente Medio supere la tormenta y pueda lograr la paz”.
Kerry nombró este lunes, poco antes del inicio de las charlas, a un ex embajador en Israel, Martin Indyk, como el enviado especial de Estados Unidos para la difícil tarea de guiar a ambas partes a lograr un acuerdo de paz.
Fragilidad
Como prueba de la fragilidad de estos inicios de negociación se encuentra la decisión del gobierno israelí, anunciada el domingo, de aprobar la liberación de 104 prisioneros palestinos detenidos antes de los acuerdos de Oslo en 1993, que fue acogida con beneplácito por la Autoridad palestina pero que ha suscitado fuertes reacciones en Israel.
“Se trata de una etapa importante y (nosotros) esperamos poder tomar la oportunidad facilitada por los esfuerzos del gobierno estadounidense para lograr un acuerdo de paz durable y justo”, declaró el negociador palestino, Saeb Erakat.
El diario israelí Yediot Aharonot en cambio rechazó esta medida, titulando en primera página: “Los asesinos van a ser liberados”.
Los nombres de los prisioneros no se han hecho públicos, pero la lista incluirá a asesinos de mujeres y niños israelíes, según afirman los medios. “Aquí estamos de nuevo”, titulaba el Jerusalem Post. “Los asesinos van a ser recibidos como héroes en Hebrón, Ramala y Yenín”, deploraba.