Las legislativas de mañana en Venezuela, en las que por primera vez se plantea la posibilidad de una derrota del oficialismo, podrían tener un impacto directo en las relaciones bilaterales con Estados Unidos, un “observador” atento pero discreto de todo el proceso.
Diversos sondeos muestran a los candidatos de la oposición como favoritos en las elecciones que renovarán la totalidad de la Asamblea Nacional unicameral venezolana, aunque analistas apuntan a que un cambio en las relaciones con Estados Unidos dependerá de la magnitud del que algunos piensan será un triunfo opositor.
Venezuela se rige por un sistema político presidencialista y los comicios parlamentarios, aun si considerados vitales por el chavismo y por la oposición, no amenazan directamente al gobierno del mandatario socialista Nicolás Maduro.
Washington y Caracas mantienen relaciones difíciles desde hace más de una década y carecen de embajadores desde 2010, aunque las dos partes dieron tímidos pasos para tratar de reducir el octanaje de las tensiones y no parecen dispuestos a permitir que las elecciones reenciendan la mecha.
“Pienso que habrá que ver los números. El nivel de la victoria de la oposición definirá lo que pasará después de las elecciones” tanto internamente como en relación a Estados Unidos, dijo Peter Schechter, experto del grupo de análisis Atlantic Council, de Washington.
Para el especialista, será necesario ver si la oposición logra una mayoría simple (84 legisladores) o una mayoría calificada (más de 101 diputados), porque se trata de escenarios con diversa influencia en un eventual cambio de dirección de la política exterior.
Atención de Unasur
La misión de Unasur señaló que pondrá "especial atención" en la hora del cierre de las mesas de votación, en la difusión de los resultados y en el voto asistido, mientras que desde países de la región expresan su "confianza" en que todo transcurrirá con "normalidad" y desde Human Right Watch (HRW) y las Naciones Unidas (ONU) manifiestan sus reparos ante la posibilidad de eventuales conflictos.
“Hay inquietudes de componentes que son complementarios al proceso (...) básicamente se menciona mucho el tema del voto asistido o con acompañante, la hora de cierre de las mesas de votación y la hora de difusión de los resultados, esos son temas a los que vamos a prestar especial atención”, dijo el coordinador de la delegación de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), el boliviano José Luis Exeni, en una entrevista con el canal privado Globovisión.
Por su parte, el vicepresidente de Uruguay, Raúl Sendic, señaló que “tenemos confianza en que se respeten los resultados en Venezuela y queremos que, no importa cuál sea el resultado, el proceso hacia adelante se desarrolle con el diálogo y la paz que se necesitan para que ese pueblo tan sufrido y con tantas dificultades pueda salir adelante”.
En una línea similar se manifestó esta semana el gobierno de Brasil.
Por su parte, HRW advirtió que las elecciones se celebrarán en “total desigualdad” de condiciones y con instituciones incapaces de frenar los “abusos”.
“Es un proceso electoral probablemente de los más injustos, de los más parcializados que se han experimentado en los últimos años en América Latina”, dijo el director para las Américas de HRW, José Miguel Vivanco, en declaraciones a una emisora chilena.
En una línea similar, dos relatores de la ONU exhortaron al Gobierno de Venezuela a garantizar la seguridad de todos los ciudadanos durante los comicios.