El crecimiento exponencial de accidentes automovilísticos relacionados con el uso de smartphones empujó a las autoridades del estado de Nueva York a estudiar la sanción de una ley que habilita el uso de una herramienta que determina el uso del celular al momento del incidente.
La nueva norma legalizará el uso, por parte de las autoridades, de un dispositivo bautizado como "Textalyzer" para determinar la actividad de los conductores involucrados en los choques, permitiendo generar rápidamente un reporte sobre cuales eran las apps activas en el teléfono y si se estaba utilizando algún modo "manos libres".
Si el conductor rechazara ceder el dispositivo, se expondrá a penalidades que incluirán, entre otras cosas, la suspensión de la licencia de conducir.
Al respecto, uno de los impulsores del proyecto, el senador Mike Ranzenhofer, subrayó en declaraciones recogidas por Forbes, que el “Textalyzer” no tendría acceso a leer el contenido de los mensajes que se hubieran mandado o recibido mientras se conducía.
Sin embargo, Rashida Richardson, de la New York Civil Liberties Union, sostuvo que “no hay garantías que el dispositivo no sea capaz de escanear el teléfono sin recolectar información privada y, menos aun, sobre la exactitud del mismo para determinar qué se hacía durante el choque”.
De acuerdo con el proyecto, todo automovilista involucrado en un accidente o colisión que dañase a personas o propiedades, y que tuviera en su posesión un móvil o dispositivo electrónico, deberá dejarlo en manos de las autoridades para que se realice el test.
Tecnologías similares están siendo estudiadas en otros estados norteamericanos como una forma de reducir el número de incidentes viales y prácticas similares ya se encontrarían en uso por parte del FBI.
Mientras tanto, el uso de la tecnología avanza -para algunos analistas de forma peligrosa- en distintos campos de la aplicación de Justicia, que en varios estados usa, al menos, una docena de sistemas algorítmicos.