Un día después de que el régimen de Pyongyang amenazara con lanzar un "ataque ultrapreciso" si EEUU y Corea del Sur vulneran su soberanía, el enorme portaaviones nuclear norteamericano "Carl Vinson" echó anclas en el puerto de Busan para participar de las maniobras militares que Washington y Seúl vienen desarrollando desde el 1 de marzo.
Si los aliados tratan de quebrantar dicha soberanía “los ataques ultraprecisos” de las tropas norcoreanas “se realizarán sin piedad en tierra, aire, y mar”, advirtió un comunicado publicado por la agencia estatal de noticias norcoreana KCNA.
Así, el USS “Carl Vinson” amarró en el puerto surcoreano de Busan bajo un ambiente de especial tensión en la península coreana.
El navío tomará parte en los próximos días en los ejercicios "Foal Eagle", que arrancaron el pasado 1 de marzo y durarán hasta finales de abril, confirmó una portavoz de las fuerzas estadounidenses estacionadas en Corea del Sur.
El portaaviones, un buque de la clase Nimitz (la mayor del mundo), encabeza una flotilla tripulada por unos 6.500 efectivos en total en la que se incluyen dos destructores de la clase Arleigh Burke, un crucero de misiles de la clase Ticonderoga y otro portaaviones, el “Air Wing Two”, que trae 74 aeronaves.
Además de “Foal Eagle”, los aliados iniciaron este lunes sus ejercicios de combate simulado Key Resolve, que durarán dos semanas hasta el próximo 24 de marzo.
El despliegue de activos militares este año para las maniobras es el mayor hasta la fecha después de que Corea del Norte realizara en 2016 un número récord de ensayos nucleares y de misiles.
Pyongyang, que se jacta periódicamente de la naturaleza no defensiva de estas maniobras, lanzó el 6 de marzo, a modo de primera réplica tras el inicio de Foal Eagle, cuatro misiles balísticos de medio alcance que cayeron en aguas japonesas.
Al clima de tensión que vive la península coreana también se suma la instalación en su territorio del escudo antimisiles THAAD. La llegada del "Carl Vinson" coincide también con la visita a la región del secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson, que aterrizó anoche en Japón, y se desplazará el viernes a Corea del Sur y el sábado a China, en un viaje centrado en analizar y coordinar posturas ante Corea del Norte.
El canciller de Trump se reúne con sus aliados
El jefe de la diplomacia estadounidense llegó anoche a Tokio para su primera gira en Asia, donde sigue afianzándose la amenaza del programa balístico y nuclear de Corea del Norte.
El secretario de Estado Rex Tillerson, que se reúne del 15 al 19 de marzo con los aliados japoneses y surcoreanos, así como con el gigante chino, se comprometió a mantener la firmeza contra el régimen de Kim Jong Un.
El ex jefe del grupo petrolero Exxon Mobil hablará igualmente de comercio, luego de los discursos belicosos de Donald Trump durante su campaña, que hicieron vislumbrar una guerra comercial con China.
Pero los responsables estadounidenses hicieron hincapié en que los provocaciones de Pyongyang estarían “en primera línea y en el centro” de la reunión de hoy de Tillerson con el primer ministro japonés Shinzo Abe y el ministro de Relaciones Exteriores Fumio Kishida.
El régimen de Kim Jong Un lanzó al menos cuatro misiles balísticos en dirección de Japón. Tras dos ensayos nucleares en 2016, estos últimos lanzamientos mostraron que Pyongyang tiene en su punto de mira bases estadounidenses en el archipiélago nipón, incluso la costa pacífica del noroeste de Estados Unidos.
Como primer aviso para Corea del Norte, Washington y su aliado japonés están realizando ejercicios navales en el mar de China oriental, donde, además, Pekín y Tokio se disputan la soberanía de un archipiélago.
El jefe de la diplomacia estadounidense viajará mañana a Seúl, capital surcoreana al alcance del a artillería y los lanzamisiles de Corea del Norte.
Allí se reunirá con el presidente interino Hwang Kyo Ahn y el ministro de Exteriores Yun Byung Se.
Rex Tillerson terminará su primera gira asiática en Pekín, aliado y protector de Pyongyang, donde podría, según la prensa, sellar un próximo encuentro del dirigente chino Xi Jinping con el presidente Donald Trump en Estados Unidos. AFP