El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, aseguró ayer que Estados Unidos, que ya obtuvo el apoyo de Pekín para trabajar de manera conjunta en apaciguar la crisis en la Península Coreana, está "totalmente determinado a defender a Japón", país al que Corea del Norte amenazó con lanzarle bombas nucleares.
Kerry realizó su contundente afirmación en una conferencia de prensa junto a su homólogo japonés, Fumio Kishida, con el que acababa de entrevistarse.
El responsable de la diplomacia estadounidense inició en Tokio la tercera y última etapa de su gira asiática, después de pasar por Seúl, donde reafirmó el apoyo de Washington a su aliado surcoreano, y Pekín.
El régimen norcoreano amenazó el viernes a Japón con "fuego nuclear" después de que Tokio desplegara baterías antimisiles para destruir cualquier misil norcoreano que amenace su territorio.
"El Norte tiene que comprender, y creo que ahora lo ha entendido, que sus amenazas solo aislarán y empobrecerán más a su pueblo", explicó Kerry y aseguró que Estados Unidos quería "volver a la mesa de negociaciones y encontrar una solución pacífica" a la crisis.
"Estamos dispuestos a tender la mano, pero necesitamos circunstancias apropiadas", dijo a los periodistas que viajaron con él.
El sábado, en Pekín, Kerry hizo saltar las alarmas ante el jefe de Estado chino, Xi Jinping. "El momento es crítico con algunos temas que constituyen grandes desafíos, entre ellas las cuestiones relativas a la Península Coreana", destacó.
China es el único aliado importante con que cuenta Corea del Norte y es su proveedor clave en cuanto a cooperación y comercio. Según el Consejo de Relaciones Exteriores estadounidense, un grupo de reflexión, China suministra el 90% de la energía que importa su vecino comunista, el 80% de los bienes de consumo y el 45% de los alimentos.
EEUU considera que el gigante asiático puede y debe utilizar su influencia para hacer ceder a Pyongyang antes de que haga algo irreparable. Los expertos temen que Pyongyang proceda al disparo de un misil hoy 15 de abril, día en que se celebra el aniversario del nacimiento del fundador de la dinastía comunista, Kim Il-Sung, abuelo del actual dirigente, Kim Jong Un.
Este disparo supondría "un gran error" del régimen norcoreano, advirtió Kerry que, ayer calificó de "muy positiva y constructiva" su visita a China.
Pekín se comprometió a colaborar para apaciguar las tensiones y "abordar el problema nuclear en Corea" con otros países, entre ellos EEUU. "China dijo claramente que no podíamos contentarnos con una política retórica", dijo el responsable de la diplomacia estadounidense en Tokio. "Ahora, la cuestión es saber qué acciones concretas se tomarán para no repetir el ciclo de estos últimos años" durante los cuales Pyongyang intercaló gestos de conciliación y provocaciones, dijo Kerry.
El consejero de Estado chino Yang Jiechi, que está a cargo de la política exterior de Pekín, dijo que su país "trabajará con otras partes relevantes incluido Estados Unidos para tener un rol constructivo".
Kerry indicó que el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas estadounidenses, Martin Dempsey, encabezará este mes una delegación a Pekín para seguir con las conversaciones y asegurarse de que no son sólo declaraciones de buenas intenciones.
Por su parte, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, llamó a la comunidad internacional "a la unidad, para que Corea del Norte se dé cuenta de que sus provocaciones no le aportan nada y sólo agravan su situación".
"Japón quiere trabajar junto con Estados Unidos, Corea del Sur, China y Rusia para decirle a Corea del Norte que no debe lanzar misiles", dijo Abe a la prensa local durante una visita a Iwo To, más conocida como Iwo Jima (Hiroshima), en donde asistió a una ceremonia en el memorial de la guerra.
El único ataque nuclear de la historia fue perpetrado contra Japón por EEUU, que arrojó bombas atómicas contra dos ciudades niponas el 6 y 9 de agosto de 1945, al final de la Segunda Guerra Mundial.
En su gira asiática Kerry también viajó a Seúl, en donde ante la presidenta Park Geun-Hye reafirmó el viernes el respaldo de EEUU a la iniciativa surcoreana de construir un diálogo fluido y de confianza con el Norte.
Pero Pyongyang rechazó ayer la oferta de diálogo del Sur sobre el futuro del complejo industrial intercoreano de Kaesong, que podría cerrar por falta de suministros y de mano de obra.
El Norte prohíbe desde el 3 de abril a los surcoreanos el acceso al complejo, situado en su territorio a unos 10 km de la frontera. Pyongyang ha retirado a 53.000 empleados el martes pasado, en un contexto de gran tensión en la península.
Seúl exhortó el jueves a Corea del Norte a "sentarse a la mesa de negociaciones" para reabrir el sitio industrial, inaugurado en 2004 con la intención de establecer una cooperación simbólica entre las dos Coreas.
Pero Corea del Norte rechazó la oferta calificando su llamado de gesto "carente de significado" e "hipócrita", cuyo verdadero objetivo -dijeron los norcoreanos- es disimular un proyecto de invasión del Norte.