Los candidatos a las primarias presidenciales de Estados Unidos se movilizaban ayer en el estado de Iowa, antes de la crucial votación de hoy, con el republicano Donald Trump y la demócrata Hillary Clinton liderando las encuestas.
En el último sondeo divulgado el sábado en la noche, Hillary Clinton, tras un inicio triunfal de su campaña en abril pasado, sólo cuenta con el 45% del apoyo en Iowa, un estado agrícola del centro-norte de Estados Unidos, entre los demócratas que pretenden votar en los “caucus” (elecciones de representantes) de hoy, primer asalto del proceso de primarias.
Este sondeo tradicional, encargado por el diario local Des Moines Register, solo ha “fallado” en una ocasión en predecir el resultado de la votación, en 2012 en el bando republicano.
El senador Bernie Sanders seduce a la juventud demócrata con sus denuncias contra “la clase de los multimillonarios” y su llamado a una revolución política, y le pisa los talones a la ex secretaria de Estado, con el 42% de apoyo, en un sondeo con 4 puntos de margen de error.
“Esto no puede ser más cerrado”, dijo al diario David Axelrod, ex mano derecha del presidente Barack Obama.
Si los estudiantes que llenan los mitines de Sanders se movilizan hoy, su voto podría derribar la ventaja que tiene Clinton entre los electores de más de 45 años.
“Si la participación fuerte, ganaremos”, proclamó Sanders ante estudiantes de la Universidad de Iowa el sábado en la noche, en un emotivo acto precedido de la música del grupo de rock Vampire Weekend.
En un ambiente menos electrizante, Hillary Clinton multiplicó sus actos de campaña, tres el sábado y tres ayer, acompañada por su marido Bill y su hija Chelsea.
Ella ha exhortado a los demócratas a preferir la experiencia sobre la novedad, y llamado a los electores a elegir, más que a un presidente, a un “comandante en jefe”, una forma sutil de destacar que Sanders carece de experiencia de gobierno fuera de haber sido alcalde de Burlington (en Vermont).
“Hillary es resistente”, afirmó la ex legisladora demócrata Gabrielle Giffords, gravemente herida en la cabeza por un agresor armado en una ceremonia en 2011, y activista por el control de armas, durante un mitin en un campus universitario en Ames, en el centro de Iowa. “En la Casa Blanca ella tendrá en la cabeza el lobby de las armas”, advirtió.
Marco Rubio, el tercer hombre
Doce republicanos y tres demócratas buscan apoyo en Iowa, a veces en las mismas ciudades a pocas horas de diferencia. Una nevada está pronosticada para hoy a la noche noche, afortunadamente después de las asambleas electorales, que comenzarán a las 19 hora local (22 de Argentina), que se desarrollarán en numerosos lugares a través del estado.
Aunque la nevada empiece más temprano hoy, el magnate Donald Trump instó a sus seguidores a “acudir a pesar de la nieve, a la que ustedes están acostumbrados en Iowa, ¿no es cierto?”
El magnate tiene el 28% de intenciones de voto en el sondeo de Des Moines Register. Su principal adversario es el senador de Texas Ted Cruz, con el 23%.
“Él era ciudadano canadiense hasta hace 15 meses”, repitió Trump el sábado sobre la pista del aeropuerto de Dubuque, en el este de Iowa, delante de su avión privado. “Este es un problema”, argumentó citando a expertos constitucionales que afirman que el senador conservador está impedido de ser presidente de Estados Unidos por haber nacido en Canadá, lo que otros niegan.
Pero el senador de Texas parece estar consolidando el apoyo de la derecha religiosa, un destacado ascenso para un aspirante que con solo tres años en el Senado, considerado hace pocos meses demasiado radical para subirse al podio. Decenas de pastores evangélicos y personalidades del movimiento cristiano conservador lo apoyan, y el candidato afirma contar con miles de donantes para financiar su campaña.
A los ciudadanos de Iowa les espera hoy responder las llamadas telefónicas y recibir las visitas de los equipos de los candidatos, que desean asegurarse de que acudirán a votar por la noche.
En el tercer lugar entre los republicanos, con el 15% de las intenciones de voto, el senador de Florida Marco Rubio, de origen cubano, congrega a multitudes y a veces es mencionado como segunda opción por los seguidores de Cruz y de Trump.
“Ustedes tienen el derecho a sentir rabia”, dijo Rubio el sábado en Ames. “Pero la rabia no es un programa”.
Después de Iowa, los candidatos se irán a New Hamsphire, en el noreste del país, donde las primarias tendrán lugar el 9 de febrero.