Educación: cantidad y calidad

Hay problemas que se plantean en el área educativa que necesitan una urgente solución.

Educación: cantidad y calidad
Educación: cantidad y calidad

Si se hiciera una encuesta sobre las principales preocupaciones de la gente, no quedan dudas de que la Educación ocuparía un lugar central en el podio.

Solamente podría ser superada por la inflación (incluyendo los aumentos en las tarifas de los servicios públicos) y por la inseguridad, materia esta última que lleva varios años con inconvenientes y no se observan mayores cambios. Pero el tema educativo excede la urgencia de la coyuntura, para ubicarse como urgencia del futuro.

También es dable advertir que la Educación es un tema más que complejo, porque se conjugan varios factores, que van desde los planes esencialmente educativos, como lo son los contenidos buscados como objetivos, y desde el plano social, porque no quedan dudas de que la gran cantidad de gente comprendida en aquellos que no tienen acceso a un salario mínimo y que viven de los planes sociales, difícilmente puedan ocuparse -como debiera suceder- en profundidad de la educación de sus chicos. Son los menos, afortunadamente, pero la realidad es que existen, lamentablemente.

Deberíamos comenzar indicando que resulta incomprensible que la discusión paritaria docente se mantenga hasta el inicio de clases, lo que da oportunidad a la conducción sindical a plantear medidas de fuerza, lo que genera que los chicos y sus familiares queden como rehenes de algo en lo que no tienen nada que ver.

Sin embargo, pese a que la situación se plantea todos los años, sigue repitiéndose. Nos preguntamos si no cabría la posibilidad de que sindicalistas y funcionarios "sacrifiquen" sus vacaciones de enero y tratar de utilizar esos días para buscar soluciones.

Otro de los temas a plantear se da con la aplicación del denominado ítem Aula, ya que el gobierno calificó como un éxito la caída del ausentismo en el área educativa pero esto solamente servirá si es capaz de redundar en algo más que cantidad de días asistidos para influir positivamente en la calidad educativa, verdadero objetivo final.

Fue el propio Presidente Macri quien expresó la existencia de un "cambio de tendencia", en el sentido que habíamos avanzado positivamente en algunas materias, pero que continuábamos con problemas en el área de matemáticas. O sea que habrá que esforzarse aún mucho más en esta cuestión.

Hay otro aspecto que no puede soslayarse y es lo ocurrido con la discusión que se produjo con motivo de la baja de subsidios a algunos establecimientos terciarios, lo que deberá analizarse caso por caso ante la eventualidad probable de que hayan ocurrido algunos excesos.

Sin embargo, la ex titular de la Dirección General de Escuelas y actual funcionaria, Emma Cunietti, dijo que en los últimos gobiernos justicialistas hubo un aumento grande en el aporte de instituciones de nivel superior y que el año pasado se "gastó" en este concepto más de 100 millones de pesos.

Aquí cabría preguntarse desde cuándo la educación es un "gasto" cuando, por lo menos, es una inversión. Es de esperar que se haya tratado, como creemos, de un lapsus de la funcionaria, porque si el gobierno considera que la educación es un "gasto", no vamos por buen camino.

El restante aspecto a analizar no corresponde a Mendoza sino a la provincia de Buenos Aires. No es del caso considerar la gestión de la gobernadora Vidal, que puede ser muy exitosa, pero sí referirnos a sus expresiones respecto de los docentes.

Vidal dijo en sus declaraciones, cuando asumió como gobernadora, que había decidido vivir en un regimiento por una cuestión de seguridad y porque le permitía almorzar con sus hijos y acompañarlos al colegio.

Sin embargo, cuando se refirió al salario de los docentes, dijo que tenían un sueldo de 14 mil pesos para la jornada "simple" pero que en realidad cobraban 28 mil si hacían doble turno.

Pero, para que un (a) docente pueda hacer doble turno debe salir de su casa a las 6.30 para iniciar las clases a las 8, a fin de terminar a las 13; almorzar de manera frugal para ingresar a la segunda jornada a las 14 hasta las 19, para llegar a su casa alrededor de las 21.

¿Tiene tiempo para estar con sus hijos o para preparar la clase del día posterior? Creemos que no y, como en el caso de Cunietti, esperamos que se trate de un error involuntario por parte de la funcionaria.

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