Eduardo Gallardo, técnico del seleccionado argentino de handball, consideró que los jugadores que participaron del Mundial de Catar son “fuera de serie, ya que tienen un espíritu diferente”, y agregó que recuperaron la “mística”.
“Llegar a donde llegamos con una estructura amateur es muy difícil, creo que este grupo de jugadores fuera de serie tiene un espíritu diferente y, por eso, lograron lo que lograron. Este equipo recuperó la mística”, dijo Gallardo.
“Se recuperó lo importante, que es el equipo como base fundamental de los logros y el sentir confianza en el que está al lado. Ser un equipo por sobre todas las cosas. Este equipo transmite.
Para el que lo ve es un equipo alegre, que emociona, que le gusta verlo jugar más allá de que le vaya mejor o peor, y creo que habíamos perdido eso en España (Mundial 2013)”, añadió el entrenador.
Una actuación inolvidable
Los Gladiadores, que se clasificaron a la segunda ronda en el “grupo de la muerte”, quedaron eliminados en octavos de final a manos de Francia, actual bicampeón olímpico, y se ubicaron en el puesto 12.
Para ‘Daddy’ Gallardo, el balance fue positivo: “Se volvió a jugar al nivel de Suecia 2011 o quizás un poquito más alto todavía y repetimos el mejor puesto histórico para el handball argentino. Si algo tiene este grupo es creer que no hay nada imposible. Sabíamos que teníamos un 10 por ciento de chances de ganarle a Francia y queríamos hacerlo. La verdad es que hay mucha diferencia. Ellos tuvieron un partido muy bueno y nosotros el peor del campeonato, que era lo más comprensible”, consideró.
“Para las selecciones de élite que vienen a jugar por el título, la primera fase es jugarla para así llegar de la mejor manera a la fase final y para nosotros es al revés.
Teníamos que jugar a tope para pasar de ronda, más en el grupo que nos había tocado”, siguió Gallardo. Sobre la primera fase, el entrenador subrayó que “la jugamos en un nivel altísimo y jugamos de igual a igual con todos los equipos, aunque merecimos un poco más en algunos partidos. Pasamos de ronda, que era nuestro primer objetivo y, por el buen nivel que tuvimos terminamos en el lugar 12do., y superamos a un tercero de otra zona”.
Para Gallardo, más allá del resultado, lo más importante fue “la difusión que tuvo nuestro deporte. Aparecimos en todos lados y volvimos a generar lo mismo que generamos después de Suecia, cuando creció un 400 por ciento el número de jugadores”.
“Ahora esperamos que haya un efecto rebote similar para que el handball siga creciendo y que pueda desarrollarse una estructura acorde para poder competir en un deporte de élite. Hay que mejorar la estructura deportiva”.
Un proceso a largo plazo
El trabajo de la Confederación fue impecable en cómo se armó todo y la aparición del ENARD fue fantástica para nosotros, pero hay que mejorar la estructura del deporte para dar el salto de calidad definitivo", agregó el técnico de Los Gladiadores.
Bajo el mando de Eduardo Gallardo, el seleccionado argentino logró los puestos 12do. en Suecia 2011 y Qatar 2015, y se clasificó por primera vez a los Juegos Olímpicos, tras la recordada final ante Brasil, en los Panamericanos de Guadalajara 2011. “Los ciclos olímpicos de este cuerpo técnico se están repitiendo.
En el Panamericano 2008 no nos fue bien, en el Mundial de Croacia (2009) nos fue mal, mejoramos en el Panamericano de Chile 2010 y al año siguiente nos fue excelente en el Mundial y clasificamos por primera vez a los Juegos”, recordó Gallardo, quien agregó autocrítico: “en 2012, el resultado dice que ganamos el Panamericano de Buenos Aires pero no jugamos como podíamos. En España 2013 nos fue mal, pero el año pasado ganamos de nuevo el Panamericano de Uruguay. Y este año hicimos un gran Mundial”, confió.
“Esperemos que se siga en Toronto esta suerte de lógica que se ha dado en nuestro ciclo. El objetivo es la clasificación para los Juegos Olímpicos 2016 y tratar de ser diploma en Río. Y si jugamos al nivel que ya lo hicimos, es posible”, se ilusionó el entrenador.